Reino Unido

Boris Johnson se va de vacaciones a Marbella en mitad de la crisis en el mercado británico

Boris Johnson se ha trasladado con su esposa y su hija a una villa privada de lujo en la Costa del Sol.

Boris Johnson

Boris JohnsonEFE

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La crisis de suministros en Reino Unido comienza a estabilizarse tras semanas de desabastecimientos. Sin embargo, todo parece apuntar que los británicos vivirán unas Navidades con falta de suministros. El ministro británico de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, defendió la gestión del Gobierno en la crisis de energía que afronta el Reino Unido, donde los proveedores consideran que el actual sistema que fija un tope máximo en los precios no es adecuado.

Mientras, el primer ministro británico, Boris Johnson, se ha ido de vacaciones a Marbella (España). Según asegura el 'Mail on Sunday', el líder tory se ha tomado unos días de descanso junto con su esposa, Carrie, que se encuentra embarazada, y su bebé de 17 meses, Wilf, en una villa privada de lujo en la Costa del Sol, propiedad del político conservador Zac Goldsmith, muy amigo de la mujer de Johnson.

Kwarteng señaló que "Johnson ha tenido un año y medio en el que casi pierde la vida a causa de la covid-19, su madre ha muerto, tristemente, hace dos o tres semanas y podría haber decidido darse un pequeño respiro. Me parece que es algo razonable", apuntó este responsable.

Crisis de abastecimiento

Esta crisis ha provocado que el 17 % de los británicos no haya podido comprar algunos productos básicos de alimentación en las dos últimas semanas, según datos difundidos este viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).

La situación también ha sido complicada para los granjeros. Miles de ellos se preparan para sacrificar a sus animales si persiste el colapso en los mataderos del Reino Unido. La mayoría de las granjas se están quedando sin espacio al no poder dar salida a sus animales y algunas han comenzado ya a sacrificar a cientos de ellos "in situ" e incinerarlos, sin que su carne se pueda aprovechar en la cadena de alimentación.

El aumento global en el precio del gas ha generado una preocupante crisis en el mercado británico, donde las eléctricas no pueden trasladar al consumidor toda la subida de los precios mayoristas y decenas de compañías se enfrentan a la amenaza de una quiebra este invierno, a la vez que se ha generado una escasez en los suministros de alimentos y gasolinas.

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