Boris Johnson

Boris Johnson reaparece en Parlamento tras la moción y asegura que “nada ni nadie” lo va a parar

La sesión en la Cámara de los Comunes ha girado en torno a la moción de confianza de Johnson, que ha sido recibido entre vítores y abucheos.

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Con una mezcla de vítores y abucheos, Boris Johnson ha comparecido por primera vez en la Cámara de los Comunes tras sortear la moción de confianza que casi le cuesta el puesto de primer ministro. En la sesión, Johnson se ha mostrado combativo, llegando a asegurar que "nada ni nadie" lo va a parar.

Ha sido una sesión complicada para él. Boris Johnson volvía tras superar la moción de confianza por 211 votos frente a 148. “Si 148 de sus diputados no confían en el primer ministro, ¿por qué debería hacerlo el país?”, ha sido la primera pregunta.

Johnson saca pecho ante las críticas

El principal partido de la oposición, los laboristas, ha dicho que "lo ocurrido esta semana ha demostrado lo odiado que es este primer ministro, incluso dentro de su propio partido". Cuatro de cada 10 diputados conservadores votaron en su contra en la moción de confianza.

Sin embargo, el primer ministro británico se ha mostrado impasible ante las críticas y afirma que no va a dimitir. En un dardo a sus propias filas, ha asegurado que "nada ni nadie nos va a impedir seguir cumpliendo con el pueblo". Ha estado combativo, con mensajes subliminales a los rebeldes.

También ha sido claro con aquellos que no le apoyan, tanto opositores como los diputados conservadores que votaron para que se fuera. "En una larga carrera hasta ahora me he ganado opositores políticos por todas partes y eso es porque este Gobierno ha hecho cosas muy grandes y destacables que no necesariamente aceptan", ha asegurado.

Otro de los diputados de la oposición, Ian Blackford, portavoz de los nacionalistas escoceses, ha dicho que Johnson "deambula sin rumbo" y necesita "despertar a la realidad", de la misma manera que afirma que "esta historia no acabará hasta que él se vaya".

Desde luego, parece que todavía quedan muchas vueltas por dar alrededor de la moción de confianza a Boris Johnson. Mientras tanto, el todavía primer ministro se muestra inamovible en sus convicciones.

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