El primer ministro británico, Boris Johnson, en su reaparición

Publicidad

Brexit

Boris Johnson no pedirá una prórroga del 'Brexit' y la UE avisa de que buscará el acuerdo pero no a cualquier precio

Boris Johnson y los líderes europeos han acordado dar un impulso a las negociaciones sobre el 'Brexit', hasta ahora estancadas, para coordinar lo que parece inevitable: una salida sin acuerdo.

La conferencia de alto nivel que este lunes ha reunido vía telefónica al primer ministro británico, Boris Johnson, con los líderes de las tres principales instituciones de la UE, Ursula von der Leyen, Charles Michel y David Sassoli, ha concluido sin ningún avance que permita desbloquear las negociaciones post Brexit, por lo que Londres se ha limitado a certificar que no quiere más prórrogas para la ruptura y la UE ha avisado de que buscará el acuerdo, pero no a cualquier precio.

Las partes coinciden en que "es necesario un nuevo impulso" a las conversaciones tras varias rondas de contactos sin resultados, por lo que aplauden el nuevo calendario pactado por los negociadores la semana pasada para seguir negociando en julio y agosto, según una breve declaración conjunta difundida al término de la videoconferencia.

El texto subraya también la voluntad de Londres y Bruselas de poner "todo su empeño" para llegar a un acuerdo que permita una relación futura que beneficie a europeos y británicos, al tiempo que reiteraron el compromiso de aplicar plenamente y de manera adecuada el acuerdo de divorcio.

El objetivo sigue siendo "concluir y ratificar un acuerdo antes de finales de 2020", según la declaración conjunta, en la que la UE y Reino Unido abogan por alcanzar "si fuera posible" un acuerdo preliminar sobre los "principios" que deben ser la base de cualquier acuerdo.

Bruselas, que ya ve con dudas el ritmo de cumplimiento por parte de Londres del acuerdo de salida, ha afeado a los británicos su falta de compromiso en las últimas rondas de negociación e incluso de querer alejarse de las líneas de negociación fijadas en la declaración política consensuada y que debía servir de punto de partida.

Además, insiste en que octubre es la fecha tope para lograr un acuerdo a tiempo para que su tramitación y ratificación permita su entrada en vigor el 1 de enero, cuando Reino Unido sea ya un país tercero con todas las consecuencias.