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EN EL DISCURSO SOBRE EL ESTADO DE LA UNIÓN

Barack Obama pide al Congreso trabajar por una "economía de clase media"

Barack Obama se ha dirigido al congreso en su discurso anual como presidente de EEUU. Ha dicho que el país ha superado los años de recesión. Algo que le beneficia directamente a él, porque la mejora de la economía ha disparado su popularidad. Entre sus planes está la subida de impuestos a las rentas altas y más beneficios para las clases medias. También destacan sus palabras sobre la lucha contra el terrorismo y, en especial, contra el Estado Islámico.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó en su discurso sobre el Estado de la Unión su intención de trabajar con el Congreso por una "economía para la clase media", aprovechando la recuperación económica.

En su penúltimo discurso sobre el Estado de la Unión como presidente y con un Congreso totalmente bajo control republicano, el presidente delineó sus nuevas propuestas para aumentar los impuestos a las grandes fortunas y bajar la presión fiscal a la clase media. Obama pidió poner el acento en "guarderías, universidades, sanidad, hogar y retiro asequibles", al tiempo que criticó al Congreso por no haber aprobado un aumento del sueldo mínimo como pidió en el discurso del Estado de la Unión del año pasado.

Como contrapartida, propuso asegurar que los trabajadores reciben las compensaciones que merecen por horas extras, así como ampliar el derecho a excedencias por enfermedad o nacimiento. El nuevo plan fiscal de Obama, ya revelado por la Casa Blanca, propone simplificar el código fiscal cerrando lagunas que permiten a las grandes fortunas pagar menos por ganancias de capital, así como aumentar del 23,8 al 28% el impuesto a dividendos de largo plazo, nivel vigente durante la presidencia de Ronald Reagan.

La Casa Blanca asegura que estas nuevas normas, así como un aumento de las retenciones a grandes instituciones financieras que se endeuden más de lo debido, permitirá recaudar 320.000 millones de dólares en diez años. Esos fondos permitirían financiar beneficios fiscales para familias con los dos cónyuges trabajando, aumentar las ayudas para guarderías para niños menores de 5 años hasta los 3.000 dólares y consolidar los programas de ayuda universitaria para proveer hasta 2.500 dólares anuales.

"Tener a los dos padres trabajando es una necesidad económica ahora más que nunca", dijo el presidente, que subrayó que "aún necesitamos leyes para reforzar, más que debilitar sindicatos y dar a los trabajadores estadounidenses una voz". Obama destacó que el país crece ahora a su ritmo más rápido desde 1999 y en la actualidad hay más personas con cobertura sanitaria que nunca antes, al tiempo que el "boom" del petróleo no convencional hace a Estados Unidos "más libre del crudo extranjero de lo que ha sido en los últimos 30 años".

El gobernante presumió también de los datos de bajo desempleo, inflación y crecimiento que han sacado a Estados Unidos de su peor crisis económica de su historia reciente. "El veredicto es claro: la economía de la clase media funciona", dijo.

Ha pedido levantar el embargo a Cuba
El mandatario dijo que el Congreso debe empezar "este año" a levantar el embargo comercial a Cuba, siguiendo su cambio de política hacia la isla, al considerar que "tiene el potencial de acabar con un legado de desconfianza" en el continente americano.

"En Cuba, hemos acabado con una política cuya fecha de caducidad había pasado hace mucho. Este año, el Congreso debería empezar el trabajo de acabar con el embargo", dijo Obama en su discurso del Estado de la Unión ante el Congreso, según el texto preparado distribuido a los periodistas.

El presidente aprovechó para dar la "bienvenida a casa" a Alan Gross, excontratista estadounidense encarcelado en Cuba en 2009 y dejado en libertad en diciembre en el marco de los acuerdos entre Washington y La Habana. "Gracias, gracias", murmuró Gross, de pie y con los puños en alto, desde el palco de invitados de la primera dama, Michelle Obama, donde siguió el discurso junto a su esposa, Judy.

Obama, insistió en que vetará cualquier intento de revocar sus reformas en materia de sanidad, inmigración o el sistema financiero. "No podemos poner la seguridad de las familias en peligro con la eliminación de su seguro médico, o desmontar las nuevas reglas en Wall Street, o librar de nuevo batallas pasadas en materia de inmigración cuando tenemos un sistema de arreglarlo", afirmó el presidente.

"Y si un proyecto de ley viene a mi escritorio tratando de hacer alguna de estas cosas, conseguirá mi veto", subrayó el mandatario ante el Capitolio, que por primera vez en su mandato es de total mayoría republicana.

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