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PLAN ANTITERRORISTA DE LAS AUTORIDADES
Las autoridades pakistaníes ahorcan a siete personas condenadas por terrorismo
Las autoridades de Pakistán han ejecutado a primera hora de este martes a siete personas condenadas por terrorismo, al hilo de la decisión del Gobierno de poner fin a la moratoria de la pena capital tras el atentado de los talibán paquistaníes contra una escuela de Peshawar.
Según las informaciones facilitadas por el diario paquistaní 'Dawn', las ejecuciones se han llevado a cabo en Karachi, Sukkur, Faisalabad y Rawalpindi después de que el presidente, Mamnun Hussein, se negara a concederles el perdón.
El ministro del Interior de Pakistán, Chaudhry Nisar Alí Jan, anunció a finales de diciembre la intención del Gobierno de ahorcar en un plazo de entre dos y tres semanas a unos 500 reos condenados a muerte, una iniciativa incluida en la respuesta antiterrorista de las autoridades.
El Gobierno ha endurecido su política antiterrorista después del ataque de milicianos de Tehrik-e-Taliban Pakistán (TTP) contra una escuela, atentado en el que murieron más de 140 personas, entre ellos 132 menores de edad.
El grupo justificó que los milicianos mataran a menores de edad con el argumento de que el grupo quería responder así a los ataques que reciben sus "familias" por parte de las Fuerzas Armadas paquistaníes."Hemos elegido la escuela del Ejército para el ataque porque el Gobierno está atacando a nuestras familias y mujeres", afirmó el portavoz del grupo, Muhamad Umar Jorasani. "Queremos que sientan el dolor", subrayó.
El atentado provocó una oleada de críticas y condenas, a las que se sumaron los talibán afganos, que rechazaron el ataque recalcando que el asesinato intencionado de personas inocentes, y en particular niños, es contrario al Islam.
El ataque fue el más mortífero hasta la fecha en Pakistán, tras superar las 137 víctimas mortales que dejó el atentado contra el Bazar Mena de esta misma ciudad en 2009 y los 139 muertos que hubo en Karachi en octubre de 2007 en el ataque contra el convoy de la exprimera ministra Benazir Bhutto, que sería asesinada dos meses después.
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