Imagen del vehículo tras el accidente

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LOS PASAJEROS VIAJABAN CON LOS CINTURONES DE SEGURIDAD

El autobús accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida

Según las últimas declaraciones del fiscal del cantón de Valais, el autobús circulaba a la velocidad permitida y el suelo "estaba seco y no habia problemas climáticos", por lo que se siguen investiando las causas del accidente.

El fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, ha afirmado que el autobús belga accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared de un túnel de la autopista A9, en la localidad de Sierre, lo que causó la muerte de 28 personas, entre ellas 22 niños.

"Tras el análisis de los tacógrafos, podemos decir a priori que el vehículo no circulaba demasiado rápido", dijo Elsig en una conferencia de prensa junto al primer ministro de Bélgica, Elio di Rupo, y la presidenta de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf.

El fiscal ha ofrecido los primeros detalles de la investigación y ha dicho que las imágenes de las cámaras del túnel hacen descartar que en el siniestro interviniera "otro vehículo o elemento de la ruta".

"El suelo estaba seco y no había un problema climático", agregó Elsig, que indicó que en las próximas horas se conocerán los resultados de los exámenes sobre la trayectoria del autobús previa al impacto y de la autopsia del cadáver del conductor, que se lleva a cabo en el Instituto de Medicina Legal de la ciudad de Lausana.

"Hemos procedido igualmente a hablar con las personas que pudieran prestar testimonio sobre lo ocurrido, gente que se cruzó antes del accidente con el autobús", indicó el fiscal de Valais, que espera conocer también las versiones de los supervivientes si su estado físico y psicológico permite recoger sus declaraciones.

Elsig aclaró que los pasajeros viajaban con los cinturones de seguridad puestos, pero que el impacto fue tan violento que no pudo evitar la muerte de más de la mitad de los 52 viajeros del autobús.

La identificación de cadáveres se está llevando a cabo
Christian Varone, comandante de la policía de Valais, ha informado que la identificación de los cadáveres está en curso y ha aclarado que entre los 22 menores fallecidos hay siete niños holandeses. Los seis adultos muertos, los dos conductores y los acompañantes de los niños, que regresaban a casa después de unas vacaciones de esquí en los Alpes suizos, eran todos de nacionalidad belga.

Entre los 24 heridos hay 17 belgas, tres holandeses, un polaco y un alemán, y otras dos personas aún por identificar. Tres de ellas se encuentran en estado muy grave y se teme por su vida, mientras que el resto presentan traumatismos que podrían ser curados en las próximas fechas, según informó ante los medios Jean Pierre Deslarzes, director médico del grupo cantonal de rescate.

 

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