Conflicto con Rusia

Australia se ofrece a Europa como alternativa "asequible" al gas ruso

El gobierno australiano ha reconocido que de momento Europa no ha realizado una petición formal de suministro de gas, pero que están dispuesto a vendérselo a precios sensatos y asequibles.

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El Gobierno de Australia se ha ofrecido a suministrar gas natural a sus aliados europeos a precios asequibles en caso de que Rusia decida cortar el abastecimiento a Europa. El ejecutivo australiano ha reconocido que de momento Europa no ha realizado una petición formal de suministro de gas, pero que el Gobierno de Australia está dispuesto a vendérselo a precios sensatos y asequibles. Australia es uno de los mayores productores de GLN (gas natural licuado) del mundo.

La escalada del precio del combustible en pleno invierno en el hemisferio norte es un quebradero de cabeza para los Europeos. Los gobiernos tratan de buscar como pueden alternativas que les garanticen suministro y estabilidad de precios.

También el Secretario de Estado de los Estados Unidos Antony Blinken ha asegurado que EEUU trabaja para asegurar el suministro energético global en caso de que a Rusia le dé por cortar el grifo del gas.

Pero a un problema global soluciones globales en Oriente Medio se encuentra uno de los principales productores que podría estar también listo para exportar de forma masiva en el momento necesario, Qatar. El emir, Tamim bin Hamad al-Thani, tiene previsto viajar a Estados Unidos en breve y hay previsto un encuentro a máximo nivel en la Casa Blanca.

En el caso de que Europa precisara el abastecimiento de emergencia de este tipo de combustible debería ser en su forma líquida. El problema es que la suma de todo el mercado mundial de Gas Natural Licuado no compensaría las exportaciones rusas.

La dependencia del gas ruso varía por países y es mayor en el norte y centro del continente. Más de dos tercios del gas que importa Alemania proviene de Rusia, pero hay muchos estados que dependen por entero de ese suministro como pero la República Checa, Letonia, Hungría o Eslovaquia.

Por la distancia que nos separa de Rusia y de sus tradicionales vías de exportación, grandes tuberías que atraviesan el este de Europa la presencia de su gas es residual en nuestro país. En 2020, apenas el 10% del gas importado por España provenía de Rusia.

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