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UNA GOTA DE SANGRE, LA ÚNICA PISTA

Tras 18.000 pruebas de ADN, la Policía italiana detiene al autor de un crimen cometido en 2010

El asesinato de una niña de 13 años conmocionó a toda Italia hace cuatro años. Sólo el descubrimiento de una infidelidad por parte del padre del autor del crimen ha permitido que la investigación haya tenido éxito.

Los vecinos de Bérgamo rodean el coche donde los carabinieri trasladan al asesino de una niña de 13 años muerta en 2010. Cuatro años despues, la Policia ha detenido a un albañil de 44 años, Massimo Bosseti, quien acuchilló y violó a la pequeña en un descampado, donde la abandonó moribunda.

Un joven marroquí cumplió dos años de cárcel hasta que se descubrió su inocencia. Miles de pruebas de ADN llevaron a la Policía hasta un conductor de autobús muerto en 1999. La conclusión era obvia: el asesino tenía que ser uno de sus hijos. Pero los análisis dieron negativo.

La fama de ligón del fallecido les dio la pista correcta. Los agentes hicieron una lista con 3.000 mujeres. Con una de ellas, una vecina casada que nunca contó al marido su infidelidad, tuvo al ahora detenido. Una investigación de película que ha costado 3 millones de euros.

La Fiscalía italiana ha reconocido que la detención es el resultado de una "efectiva colaboración" entre la Policía del Estado y el cuerpo de carabinieri "como no se ha visto en los últimos 40 años". Aún se desconocen los motivos del asesinato y si víctima y agresor se conocían. Bosseti se ha negado a contestar a las preguntas, aunque la Fiscalia asegura que el caso está practicamente cerrado.

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