Historias de Navidad

Rocío Arias, la lotera más famosa de España y su historia de superación: se quedó viuda este año

Rocío Arias ha repartido 200 millones de euros, ella no llevaba décimo del número ganador, pero no puede borrar la sonrisa de su rostro sabiendo que ha repartido tanta suerte entre sus vecinos. Asegura que su marido "ha movido hilos desde el cielo" para que ella vendiese El Gordo de la Lotería de Navidad.

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Rocío Arias se ha convertido en la lotera más famosa de España, vive días de felicidad desde que este 22 de diciembre regara de millones el madrileño Barrio del Pilar. "Esta mañana ha venido una chica con el décimo premiado y nos lo ha dado como si fuese un reintegro", recuerda, explicando que en ese momento le han tenido que decir que tenía El Gordo en la mano y tenía que ir a cobrarlo al banco.

Rocío enviudó el pasado mes de septiembre y desde entonces ella regenta la administración en la que ha tocado El Gordo de Navidad: "Mi marido llevaba en la administración desde que tenía 14 años, trabajaba con su madre, antes de morir me pidió que fuese yo la que se quedara al mando. A mi marido le diagnosticaron en diciembre del año pasado un tumor cerebral, le dijeron que le quedaban solo unos meses de vida, vivió nueve meses pero fue un tiempo en el que fuimos felices y lo recuerdo con momentos muy alegres".

Esta lotera se emociona cuando recuerda a su esposo y cree que él está detrás de este toque de suerte: "Yo creo que el lotero ha subido al cielo, ha movido hilos y nos ha mandado El Gordo".

Un apoyo para la administración

Repartir este aluvión de millones supone un gran empujón para esta administración y Rocío lo reconoce: "Estamos vendiendo más de lo que vendemos habitualmente. El 88.008 es un número feo que ha pasado a ser el más bonito, será por eso que ahora la gente quiere números feos. ¡A los feos los quieren!".

La lotera es muy querida en el barrio, amigos y vecinos acuden a la administración para felicitar a Rocío, recibe los abrazos de alguna vecina que aunque no llevaba el número premiado se alegra por ella. Otros hacen cola para cobrar el pellizco que les ha tocado y otros muchos aprovechan para comprar el décimo del Niño, que se celebra el próximo 6 de enero.

La lotera madrileña sabe que su futuro es "seguir trabajando, vender muchos décimos y muchas ilusiones que en algunos casos se hacen realidad".

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