Reforma laboral

La crisis abierta en UPN por los votos de los díscolos

El presidente de UPN ha pedido que los diputados que votaron 'no' a la reforma laboral entreguen sus actas.

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Confusión en la votación para la convalidación de la reforma laboral, pero también mucho enfado y acusaciones de transfuguismo. No sólo el error de Alberto Casero ha sido sonado, también la decisión de dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN): Sergio Sayas y Carlos García Adanero.

Rebelión en UPN

Dos días antes de la votación, UPN había decidido otorgar su 'sí' a la reforma laboral. Sin embargo, el jueves, a pocos minutos de entrar en el Congreso de los Diputados, Sayas puso de manifiesto las discrepancias existentes con la dirección de su partido respecto a la norma. Un presagio de lo que más tarde iba a ocurrir en el hemiciclo.

Ya en plena votación, sorpresa mayúscula entre la bancada navarra: dos diputados rompen la disciplina de voto y dicen 'no' a la medida.

La dirección de UPN pide que se entreguen las actas

Una crisis interna que en las últimas horas se ha agudizado después de que el presidente de la formación, Javier Esparza, haya pedido que los políticos renuncien a sus escaños: "Estoy tremendamente dolido, porque UPN es un partido que cumple sus compromisos, es un partido de palabra, y lo que ocurrió en el Congreso y la actitud que tomaron el señor Sayas y el señor Adanero obviamente va contra los principios, contra los valores y contra lo que siempre ha representado el partido".

La respuesta de ambos no se ha hecho esperar: no entregarán sus actas porque consideran que no han incumplido el Estatuto de UPN: "Pasamos la votación mas difícil de nuestra vida pero la más convencida. Nuestros jefes no son los partidos, son los españoles", ha matizado Sayas.

El PSOE dice que es una estrategia del PP

Respuesta que no convence al PSOE que hoy ha tildado de transfuguismo la decisión de los diputados navarros. "Lo que ha habido es un caso de transfuguismo político, de compra de voluntades por parte del PP y lo único que nos queda por averiguar es el precio que ha pagado el PP", ha acusado la vicesecretaria general, Adriana Lastra.

Para Lastra, se trata de una maniobra "planificada" previamente: "Es claro que el PP conocía de antemano la decisión de los dos diputados. Había una estrategia planificada por parte de la derecha para comprar esas voluntades", ha zanjado.

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