Equilibrio

La importancia del equilibrio en las personas cuidadoras: "Si me cuido, cuidaré mejor"

Cuidar también implica cuidarse. Encontrar equilibrio, apoyo y tiempo propio es clave para sostener los cuidados.

Mujeres trabajando juntos

Detrás de cada persona cuidada hay, casi siempre, otra que sostiene y acompaña. Una figura que dedica horas, atención y afecto, pero que en ocasiones se olvida de sí misma. El I Estudio del Observatorio Cinfa de los Cuidados pone de relieve que el 76% de las personas cuidadoras ha tenido que restar tiempo de su vida personal, ocio o descanso para poder atender a su familiar.

Esa renuncia puede derivar en culpa o agotamiento. "Me siento culpable, estoy o no estoy. ¿De dónde se quita el tiempo? Se va quitando de la vida. Por eso es tan importante que pongamos equilibrio", explica la psicóloga Rebeca Cáceres, experta en acompañamiento de personas cuidadoras. "Cuidar es una parte de la vida que tienen; hay que ponerle a cada cosa el tiempo que necesita, pero cuidarse también es importante. Hay que centrarse en el presente. A veces a todos se nos dispara el 'irnos al futuro', pero cuidar es un trabajo presente: tienes que estar dando apoyo, pero centrándote en el presente", añade.

El equilibrio emocional y físico de la persona que cuida es clave, no solo para su propio bienestar, sino también para el de la persona atendida. "Tenemos que tener claro que mejorar la vida de la persona cuidadora beneficia a la persona que atiende. Si me cuido, cuidaré mejor", afirma la doctora Alicia López de Ocáriz, presidenta del Observatorio Cinfa de los Cuidados. Para ella, aprender a cuidarse no es un acto egoísta, sino una necesidad: "Se puede entender como algo que estoy haciendo para luego cuidar mejor".

"La satisfacción y la sobrecarga son compatibles"

Esa sensación de desgaste convive con la satisfacción del cuidado. "La satisfacción y la sobrecarga son compatibles", apunta Cáceres. "También son fundamentales las relaciones previas que hemos tenido con esas personas. Cuanto más unidos estamos con ese familiar, el cuidado se convierte en un propósito y tiene sentido. Solo ha cambiado la dirección de los cuidados, que ahora es más unidireccional. Hay factores que también protegen", indica la psicóloga.

Ambas expertas coinciden en que el cuidado debe entenderse como un equilibrio entre dar y preservarse. Las personas cuidadoras necesitan espacios de descanso, acompañamiento y apoyo emocional.

El Observatorio Cinfa de los Cuidados insiste en la importancia de reconocer y acompañar a quienes cuidan, ofreciendo herramientas y redes de apoyo que les permitan sostener su bienestar a largo plazo. Porque solo desde el equilibrio —y el autocuidado— es posible mantener la energía y la empatía necesarias para cuidar con calidad.

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