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'TRAS EL COMANDO'

Una llamada de los Mossos al terrorista de Las Ramblas alertando de que habían encontrado su coche pudo acelerar el atentado

La explosión en el chalet de Alcanar truncó los planes de los terroristas, que tenían acumulados más del doble de explosivos de los empleados en el atentado en el aeropuerto de Bruselas. Younes Abouyaaqoub tenía su coche frente a esa casa, por lo que fue contactado por los Mossos d'Esquadra, lo que pudo acelerar el atentado.

El atentado del 17 de agosto de 2017 comenzó cuando un grupo de amigos comenzó a preparar el peor atentado en España desde el 11-M. Según el periodista Manuel Marlasca, quien cita documentos de los Mossos d'Esquadra, tenían la intención de atentar tanto contra monumentos como contra iglesias. Por la cantidad de explosivos que estaban acumulando, se puede llegar a la conclusión de que estaban preparando atentados muy fuertes, diferenciándose de los ataques improvisados o con cuchillos que se están viendo en los últimos meses. "Era un atentado que nos devolvía a los tiempos de Al Qaeda", insiste.

Por su parte, el periodista José María Irujo añade que "aunque parezca una contradicción" el resultado de 16 víctimas mortales y 126 heridos -el último recibió el alta hace dos semanas-, fue mucho menor de lo que pretendía la célula ya que su objetivo era "mucho más apocalíptico" buscando decenas o centenares de muertos.

"Era un atentado que nos devolvía a los tiempos de Al Qaeda"

Al frente de la célula estaba un imán con un pasado turbio que ahora se intenta reconstruir, el imán de Ripoll. El periodista Manuel Cerdán señala que quedan muchas incógnitas por resolver: ¿Con quién se vio en Francia? ¿Con quién se relacionaba en Bélgica? ¿Quién era su mentor en Marruecos?

Para impedir que se pudieran responder todas estas cuestiones con facilidad y, sobre todo, pasar desapercibidos, los terroristas asentaron su base en un chalet de Alcanar, en Tarragona. Tras la explosión del pasado 17 de agosto no queda nada en pie. El comando llevaba meses reuniéndose allí de manera discreta, aunque los vecinos los veían ir y venir. Según Marlasca se debe a que "nada llama la atención en esa urbanización porque está en estado de semiabandono con bastantes pocas casas habitadas". Sin embargo, la ubicación sí que sorprende, ya que está lejos de Ripoll, aunque se entendería porque su objetivo era que no los relacionasen.

A Irujo, el chalet le recuerda mucho a la casa de Morata de Tajuña que los miembros del 11-M emplearon durante meses para guardar los explosivos y preparar los atentados: "La similitud es prácticamente idéntica".

En ese discreto chalet fue donde fabricaron el potente explosivo casero, para lo que solo necesitaron agua oxigenada, ácido sulfúrico y acetona que compraron en tiendas de pintura de Tortosa, Amposta y Vinaroz, como reconocen los propios vendedores. Es obligatorio avisar de las compras masivas de estos productos que se emplean tanto para la fabricación de estupefacientes como de explosivos, pero nadie lo hizo.

Un mes después de los atentados, la Policía detiene a Said Ben Iazza porque sospechan que ayudó a los terroristas a adquirir, transportar y fabricar el TATP, un explosivo conocido popularmente como 'La madre de Satán'. El brigada Palomares, del Centro Internacional de Desminado, explica que los terroristas le dan este nombre por "el carácter potente de destrucción que le atribuyen".

[[DEST:En el atentado de Bruselas se utilizaron 40 kilos de TATP, en el chalet de Alcanar los terroristas tenían acumulados 100]]

El TATP es muy sensible al calor, choque, fricción y delicado de manipular, almacenar y transportar. De hecho, puede alcanzar una potencia similar al de la dinamita. Ha sido empleado en Palestina, Londres, París y Bruselas, entre otras ciudades. Por ejemplo, en el atentado del aeropuerto de Bruselas se utilizaron 40 kilos, en el chalet de Alcanar los terroristas tenían acumulados 100, más del doble.

Cambios de planes tras la explosión del chalet de Alcanar

Los terroristas de Barcelona tenían planteado repartir el explosivo en tres furgonetas entre bombonas de butano para que el daño fuera todavía mayor. Como explica el brigada, cada bombona de butano ampliaría los efectos y su poder destructivo. sin embargo, algo falló y todo saltó por los aires, salvándose unicamente Mohamed Houli, que fue detenido en el hospital donde estaba siendo tratado de las heridas y se le llevó directamente en pijama a declarar ante el juez porque era el único que podía tener la clave.

La explosión acabó con la vida de Youssef Aalla, del que apenas se encuentran restos porque posibilemente era el que estaba manipulando el explosivo. El imán de Ripoll, líder del grupo, también murió en la explosión. Junto a los escombros se encontró un vehículo y se llamó a su propietario. Tres meses después, el periodista Manuel Cerdán, director adjunto de 'Ok Diario', desvela quién cogió el teléfono: "Dos horas antes del atentado de Las Ramblas el autor del atentado, Younes Abouyaaqoub, recibió una llamada de una sede oficial de los Mossos d'Esquadra que duró cuatro minutos".

La explicación que dan los Mossos al juez que investiga el atentado es que "recibió una llamada el autor porque le quisieron avisar de que en la entrada del chalet aparecía un coche que era de su propiedad y que querían comunicarle que se presentara para retirarlo o para identificarlo".

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