Mesa de diálogo

Sánchez y Aragonès se reúnen esta semana para retomar la mesa de diálogo, con posturas aún alejadas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne de nuevo con el presidente catalán, Pere Aragonès, para reanudar la mesa de diálogo. El líder de la Generalitat reclama "acabar con la represión" que dice que sufren los independentistas.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès

Pedro Sánchez y Pere Aragonès EFE

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Día clave para asegurar la legislatura, con una reunión en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tratara de ganarse el apoyo de ERC, al menos hasta el año siguiente, y no tener que llamar a las urnas antes de lo previsto. Esta previsto que Sánchez se reúna esta semana con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, para retomar la mesa de diálogo en la que ambos buscan acercar posturas, pese a que todavía parecen estar muy alejados el uno del otro.

En la última reunión, Aragonès reclamó "acabar con la represión" que dijo, sufren los independentistas. Todo ello pocos días antes de que el expresidente de ERC, Oriol Junqueras, demandase a España ante el Tribunal de Derechos Humanos, al igual que los exconsellers Raül Romeva y Dolors Bassa, por las sentencias condenatorias que dictó el Tribunal Supremo contra ellos, a raíz del referéndum ilegal que se celebró el 1 de octubre de 2017.

Aragonès ya declaró la semana pasada que "mientras la ciudadanía de Cataluña no tenga la posibilidad de decidir en libertad el futuro del país, estamos lejos de resolver el conflicto". Esto pone en un severo aprieto a Sánchez, que necesita el favor de los 13 diputados de ERC en el Congreso para poder completar otro año más antes de un 2023 que estará repleto de elecciones (autonómicas, municipales y europeas en mayo y generales a más tardar en diciembre).

¿Más autogobierno y más inversión para Cataluña?

Sánchez insiste en que no va a conceder la posibilidad de un referéndum de independencia para Cataluña, aludiendo a que ello requiere una reforma constitucional. Por ello, se barajan opciones que tenga en mente el presidente para contentar a Aragonès y ganarse el favor de los independentistas. Entre ellas, conceder más inversión para Cataluña y la posibilidad de concederles más autogobierno, quizá proponiéndoles una modificación del Estatut.

Ya en 2019, hubo una fuerte bronca a raíz de la posibilidad que planteó Sánchez de restaurar una parte del Estatuto de Cataluña que anuló en su momento el Tribunal Constitucional. Partido Popular, Vox y Ciudadanos advirtieron de que recurrirían cualquier posibilidad de intentar restaurarlo. Durante su fallida investidura en julio de 2019, Sánchez planteó el "problema de convivencia" que se vive en Cataluña y aludió a la derogación del Estatut como "un problema de origen" en Cataluña.

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