El líder del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada al 39 congreso federal de los socialistas

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39 CONGRESO DEL PSOE

El PSOE cierra la puerta a regular la maternidad subrogada y los candidatos a alcalde de ciudades de más de 50.000 habitantes se elegirán por primarias abiertas

Además del reconocimiento de la plurinacionalidad, el Congreso Federal del PSOE se ha pronunciado sobre las líneas que seguirá el partido en asuntos políticos, económicos y sociales.

La ponencia de política social del 39 Congreso del PSOE ha ratificado su rechazo a la práctica de los vientres de alquiler y a la gestación subrogada, han informado fuentes socialistas. A la espera de la redacción definitiva del texto, el congreso socialista asume la equiparación de los vientres de alquiler y de la maternidad subrogada, de modo que en el documento definitivo aparecerán ambas expresiones. Y aparecerán ambas para dejar claro que el PSOE rechaza estas prácticas por cuanto "suponen una mercantilización de las mujeres".

De este modo queda rechazada la enmienda presentada por Juventudes Socialistas. Ha sido descartada con 175 "noes" y 31 tan sólo "síes". Sale adelante, por tanto, la posición del documento programático de Pedro Sánchez, en el que se plasmaba ese rechazo a la "mercantilización" de las mujeres a través de la gestación subrogada y de los vientres de alquiler.

"Suponen una mercantilización de las mujeres"

El texto del equipo de Sánchez que venció en las primarias establece, además, que el PSOE "no puede abrazar ninguna práctica que pretenda socavar los derechos de las mujeres, de las niñas", ni "apuntalar la feminización de la pobreza".

La diputada Ángeles Álvarez y la asociación "No somos más hijas", contraria a la maternidad subrogada, habían pedido antes del debate y de la votación de este punto que no se aceptaran "soluciones intermedias". "La única solución es que si soy de izquierdas y soy feminista, nunca aceptaré un contrato por el que una parte renuncia a sus derechos", había resumido la portavoz de la citada asociación, Alicia Miralles.

Alcaldes elegidos por primarias

En la propuesta política del nuevo secretario genera se hablaba de elegir en primarias abiertas a los candidatos a las "alcaldías" en general, pero finalmente esta propuesta, que había generado recelos por la posibilidad de manipulación en municipios pequeños, se ha limitado a las localidades de más de 50.000 habitantes. Los actuales Estatutos del PSOE ya contemplan que los candidatos a las alcaldías de más de 20.000 habitantes puedan elegirse en primarias, pero solo entre los militantes.

Las fuentes consultadas han destacado el amplio consenso que se ha logrado en la comisión de modelo de partido, que ha terminado sus trabajos con un aplauso. Solo tendrá que debatirse en el plenario del Congreso, este sábado por la noche, una enmienda que pide que se suprima la Comisión Federal de Listas.

Entre las medidas que se han aprobado está que un 20% de los afiliados puede promover iniciativas políticas y elevarlas a los órganos de dirección. También ha decidido que un tercio del Comité Federal, máximo órgano del partido entre Congresos, sea elegido directamente por los militantes -otro tercio lo elige el propio Congreso Federal y el tercero los Congresos Regionales o Nacionales-.

Además, será obligatoria la consulta a la militancia sobre los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE o sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el gobierno a otro partido político", reza el texto. También se ha incorporado la propuesta del programa de Sánchez para que la revocación de un secretario general requiera la ratificación de las bases. El inicio de un proceso así de censura del líder deberá ser "motivado y acordado, mediante votación secreta, por un mínimo del 51% de votos del Comité Federal u órgano equiparable a otro nivel territorial".

Una vez adoptado el acuerdo para iniciar el proceso, "la remoción" del secretario general "deberá ser aprobada por la militancia y afiliados directos" en una consulta que tendrá que organizarse en el plazo de un mes -Sánchez originalmente hablaba de 15 días- desde el acuerdo de censura en el Comité Federal. De haber existido una regulación similar, los críticos a Sánchez difícilmente hubieran podido forzar su dimisión el pasado 1 de octubre.

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