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Plan de igualdad para el Congreso y el Senado

Acuerdo en las dos cámaras del parlamento para fomentar la igualdad y la conciliación y luchar contra el sexismo.

Las Mesas del Congreso y del Senado han aprobado en una reunión conjunta en la Cámara Alta, el primer Plan de General de Igualdad de las Cortes Generales, que incluirá medidas contra el acoso sexual y laboral, favorables a la conciliación, la potenciación del denominado 'liderazgo femenino' y la utilización del lenguaje inclusivo, entre otros aspectos.

El plan, que ha sido acordado con los representantes de los trabajadores de las Cortes, ha sido redactado por una comisión paritaria de las dos Cámaras, a partir del diagnóstico que realizó la empresa 'Concilia2' en 2018. El plan será de inmediata aplicación, aunque podrá ser revisado cuando se estime conveniente y habrá que desarrollar después los protocolos de actuación para, por ejemplo, la investigación de denuncias en casos de acoso sexual, laboral o de violencia de género.

El documento recoge, además, la creación de una comisión de seguimiento que vele por la aplicación y cumplimiento de todas estas medidas, algunas de las cuales buscan hacer de las Cámaras un lugar que permita conciliar la vida laboral con la personal y familiar de todas las personas que desarrollan allí su actividad. Así, se contempla incluso la utilización del teletrabajo para ciertos supuestos. Otro de los asuntos que se quiere potenciar con este plan es el denominado liderazgo femenino, para impulsar que siga aumentando la presencia de mujeres en la vida parlamentaria. También la utilización de un lenguaje inclusivo y de planes de formación, siempre teniendo en cuenta la perspectiva de género. Eso sí, el Congreso seguirá siendo 'de los Diputados'.

Además, deberán incluirse cláusulas de igualdad entre las cláusulas sociales que deben cumplir las empresas que opten a ser contratadas por las Cortes. La Mesa del Congreso lleva tratando la necesidad de un Plan de Igualdad desde el año 2017, una década después de que se aprobara la ley que obliga a las empresas españolas a aplicarlo. Los trabajadores de las cámaras no veían especiales problemas de discriminación, ni en la indumentaria ni en el lenguaje, pero se avanzará para mejorar la situación. Algunos no lo ven con buenos ojos, como Vox, que le parece que es entrometerse en decisiones personales como hablar o vestirse.