El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llamado a "asumir" la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para suspender el aplazamiento de las elecciones catalanas. Dicho aplazamiento se aprobó por un decreto del Govern.
Sánchez se ha mostrado partidario de que en Cataluña se elija un ejecutivo "cuanto antes". Además, ha afirmado que Cataluña necesita un gobierno "en plenas facultades".
El Govern alerta de que si las elecciones catalanas se celebran el próximo 14 de febrero y no se aplazan, puede haber una abstención que deslegimite el resultado. Por otro lado, la oposición le ha echado en cara "la chapuza" del decreto de aplazamiento.
Riesgo de abstención
El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha expresado "su preocupación e indignación" por la "judicialización de la pandemia" del coronavirus. Además, ha advertido de que, si el TSJC obliga a celebrar las elecciones catalanas en febrero, habrá el "riesgo de un aumento muy grande de la abstención".
También ha hecho un llamamiento a las fuerzas parlamentarias, para mantenerse unidas en defensa de dicho aplazamiento electoral. Sin embargo, ha recibido críticas al respecto.
El presidente del grupo de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha indicado que es una "chapuza" el decreto. Además, dice que indicó que conllevaría "problemas" desde el primer momento. La portavoz parlamentaria del PSC, Eva Granados, ha definido el decreto del Govern como "una chapuza jurídica".
Vidal Aragonès, de la CUP, indica que el problema no es "tener un decreto bien hecho o mal hecho, sino proteger la salud pública".
La Fiscalía se ha posicionado a favor de mantener la fecha de las elecciones catalanas para el próximo 14 de febrero, mientras el TSJC decide en los próximos días si mantener o no la suspensión del decreto.