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Mariano Rajoy y el relevo de Aznar: La elección del candidato del PP para las elecciones generales de 2004

El 2 de septiembre de 2003 comunicó que sería Mariano Rajoy quien le relevará en sus funciones, siendo ratificado por Junta Directiva Nacional del partido.

Rajoy y Aznar no coincidirán en la campaña electoral

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La España de principios del siglo XXI vive un momento político singular. José María Aznar, líder del Partido Popular, gobierna con una cómoda mayoría absoluta desde las elecciones de 2000. Su liderazgo, férreo y con una agenda de profundas reformas económicas, había marcado una década. Enfrente, el PSOE, liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, se encuentra en la oposición, intentando recuperar el terreno perdido. Aznar anuncia que no se presentará a las elecciones de 2004 y según se acerca la fecha electoral coge fuerza la gran pregunta: ¿quién sería su sucesor? El 2 de septiembre de 2003 José María Aznar despeja todas las dudas; Mariano Rajoy le relevará en sus funciones, siendo ratificado por Junta Directiva Nacional del partido.

¿Por qué él?

Mariano Rajoy era una pieza importante en el PP, con una trayectoria forjada tanto en el ámbito gallego como en la política nacional. Rajoy había sido vicepresidente de la Xunta de Galicia (1986-1990) y presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra (1983-1986). Tras la victoria de Aznar en 1996, salta a la política nacional, siendo ministro de Administraciones Públicas (1996-1999), ministro de Educación y Cultura (1999-2000), vicepresidente primero del Gobierno (2000-2003), ministro de la Presidencia (2000-2001), y ministro del Interior (2001-2002).

La decisión de Aznar

En el seno del PP se barajaban otros nombres de peso, como Rodrigo Rato, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, o Alberto Ruiz Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, sin embargo, Aznar se declina por Rajoy confiando en su lealtad, su entrega al partido y trayectoria política, viendo en él una gran capacidad para mantener la estabilidad y el rumbo del partido en el futuro.

Un nuevo líder

El perfil político de Rajoy era el de un hombre de Estado, gestor experimentado y una pieza clave del PP, con un doble desafío: convencer que es el heredero natural del legado de Aznar, a la vez de mostrar un perfil propio, una visión de futuro que no fuera una mera repetición del pasado.

Una presidencia tardía

La campaña de 2004, marcada por los atentados del 11-M, pone a prueba el temple de Rajoy y su capacidad de liderazgo. Pese a perder las elecciones generales, continúa como líder del PP y, años después, en 2011, consigue alcanzar la presidencia del Gobierno, demostrando que la apuesta de Aznar por su persona finalmente daría sus frutos.

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