Marcos de quinto

Publicidad

ERE Coca-Cola

Marcos De Quinto pide cuatro años de cárcel para tres trabajadores de Coca-Cola por una protesta el día de su boda

Marcos de Quinto acusa a los exempleados de Coca-Cola de delitos de coacciones, de injurias y contra los sentimientos religiosos por presentarse en la Catedral de Cuenca al día de su boda. La plantilla se encontraba en plena movilización para que se readmitiera a los trabajadores tras el ERE.

El diputado nacional de Ciudadanos Marcos de Quinto ha reclamado cuatro años de prisión por la presunta comisión de delitos de coacciones, injurias y contra los sentimientos religiosos para tres miembros de la planta de Coca-Cola de Fuenlabrada que protestaron a las puertas de la catedral de Cuenca el día de su boda.

La protesta tuvo lugar en septiembre de 2017 en plena movilización de la plantilla para reivindicar que se cumpliera una sentencia de la Audiencia Nacional para que se readmitiera a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

El exdirectivo interpuso una denuncia contra tres empleados de la plataforma 'Coca-Cola en lucha' que participaron en la protesta, que secundaron un total de 80 personas, donde se gritaron consignas como "Fuenlabrada productiva", "Marcos de Quinto, terrorista" o "Que viva la lucha de la clase obrera".

En el escrito dirigido al Juzgado de Instrucción número 2 de Cuenca, el que fuera directivo de la multinacional pide dos años contra los tres por presuntas coacciones durante su enlace y otro contra los sentimientos religiosos, junto a una pena por injurias de 14 meses a razón de 10 euros por día.

Fuentes jurídicas han explicado que la instrucción por esta denuncia ya ha terminado y que la Fiscalía, en su escrito de acusación, solamente pide una multa económica por presunto delito de coacciones.

Por su parte, desde la defensa se reclama la libre absolución al entender que no hubo ningún tipo de coacción, dado que la ceremonia religiosa se llevó a término y que las consignas proferidas, en un evento de carácter sindical, no pueden entenderse como injurias.

Publicidad