Cartel colocado en Alsasua con la frase "Alde Hemendik-Fuera de aqui" tras la detención de varios jóvenes por la agresión a dos guardias civiles.

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COMIENZA EL JUICIO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

La madre de uno de los guardias civiles agredidos en Alsasua: "Vi en qué condiciones trabajaba y supe que iba a acabar mal"​

Inmaculada Fuentes defiende que la agresión a su hijo, que necesitó una intervención quirúrgica y pasó un año de baja tras la paliza, no se trató de "una pelea de bar" y denuncia que había "un movimiento donde se apaleaban y se colgaban muñecos que aparentaban ser guardias civiles, con su tricornio y todo".

Inmaculada Fuentes, madre de uno de los dos guardias civiles que fueron agredidos junto a sus novias en la localidad navarra de Alsasua en unos sucesos que han comenzado a enjuiciarse este lunes en la Audiencia Nacional, lamenta que hay quien quiere que "quede todo en una pelea de bar y no tiene nada que ver".

"Esto no fue una noche que a alguien se le ocurrió mira, ahí está el teniente y vamos a hacerle pagar. No. Ahí hay un movimiento donde se apaleaban y se colgaban muñecos que aparentaban ser guardias civiles, con su tricornio y todo. Eso lo llevaban haciendo seis años y se consentía esa barbaridad", ha explicado en una entrevista en Onda Cero.

Ha destacado además que en la localidad "hay gente que pertenece a ciertos grupos que se encargan de hacerle saber a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en particular a la Guardia Civil, que se vayan, que no se les quiere allí, que son perros, que no tienen derecho a la vida".

Fuentes, que ha publicado una carta en La Razón explicando quién es su hijo, el teniente de la Guardia Civil Oscar C., y cuáles eran sus circunstacias en Alsasua, ha detallado que él "decidió abrirse a la población y presentarse como era, sin ningún pudor ni miedo" y "sin tener que ocultarse".

Afirma que el joven, que necesitó una intervención quirúrgica y pasó un año de baja tras la paliza que recibió en Alsasua en octubre de 2016, no tenía miedo, al contrario que ella, esposa de Guardia Civil y que tras "ver en qué condiciones se vive allí", temía que pudiera pasarle algo parecido.

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