La presidenta del Senado, Pilar Llop, socialista, ha preparado el proyecto de Código de Conducta de las Cortes Generales, válido también para el Congreso, retirando la necesidad de acatar la Constitución por parte de los parlamentarios. El texto se tiene que aprobarse antes de enviarlo al Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), un órgano del Consejo de Europa.
El texto, al que ha tenido acceso 'El Mundo', sigue lo que ya aprobó el Congreso de los Diputados en 2019, exceptuando cambios como este. Retira parte del artículo 2, donde se recogía que diputados y senadores "deben actuar con pleno acatamiento y respeto a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico".
En su lugar, Llop propone que "los miembros de las Cortes Generales ejercerán sus derechos y cumplirán sus deberes atendiendo exclusivamente a la consecución del interés general y se abstendrán de buscar u obtener beneficio económico". Considera que es innecesario puesto que ya está en el reglamento de las cámaras el acatamiento de la Constitución.
De lo formal a lo reivindicativo
Desde hace unos años el acatamiento de la Constitución se ha convertido de un acto formal y casi protocolario, aunque con su trascendencia de fondo, a motivo de polémica. Antes solo los parlamentario de Batasuna, el grupo ligado a ETA, introdujeron fórmulas particulares, en general "por imperativo legal" añadido al prometo. Ahora los grupos independentistas y Podemos han utilizado este acto para hacer uso de todo tipo de fórmulas reivindicativas. Incluso se han producido situaciones esperpénticas. PP, Ciudadanos y Vox las tienen recurridas ante el Tribunal Constiucional.