Publicidad

EL MAGISTRADO, AUSENTE EN EL TRIBUNAL

La Justicia belga fija para el 25 de septiembre la vista por la demanda civil de Puigdemont contra el juez Llarena

El asunto se ha visto enturbiado por el hecho de que la demanda en francés entregada por Carles Puigdemont y cuatro de sus exconsejeros incluyera una traducción errónea de las palabras del juez Pablo Llarena. Este 'error' será enmendado este martes ante por los demandantes, que presentarán ante el juez la traducción debidamente corregida.

Un juzgado civil francófono de Bruselas ha fijado para el próximo martes 25 de septiembre la primera vista formal sobre la demanda del expresident Carles Puigdemont contra el juez Pablo Llarena. El juzgado ha determinado que la vista será en la misma sala y en la misma hora, mientras que la defensa de Llarena ha pedido que el asunto sea analizado por un tribunal de tres jueces porque se "trata de un caso excepcional".

La sala 7 del Tribunal de Primera Instancia del juzgado francófono de Bruselas recibió la demanda de Puigdemont y varios exconsejeros huidos contra el juez Llarena, instructor de la causa por el 1-O. Durante la vista introductoria, la magistrada no se pronunció sobre su competencia o no para juzgar la denuncia civil contra Llarena por presunta violación de la presunción de inocencia de los demandantes, que reclaman un euro simbólico como compensación.

La jueza belga se limitó a recibir los alegatos por escrito de las partes, estando representado Llarena por el abogado Hackim Boularbah y los demandantes por los letrados Christophe Marchand y Gonzalo Boye, entre otros

Los demandantes reclaman a Llarena un euro por daños y prejuicios en una demanda con la que pretenden demostrar que la causa abierta en el Supremo por el "procés" no está dirimiéndose con imparcialidad. Para éstos, el juez belga debería admitirla a trámite porque se trata de una cuestión privada de Llarena, pero el Gobierno consideró su defensa una "cuestión de Estado" y aseguró que defendería hasta las últimas consecuencias la integridad y soberanía jurisdiccional, que pasa también por "defender la actuación jurisdiccional" del juez.

Para ello contrató a un bufete belga, Liedekerke Wolters Waelbroeck Kirkpatrick, con una provisión de fondos superior al medio millón de euros. Sus abogados han preparado durante los últimos días la estrategia de defensa de Llarena, dirigida por la abogada general del Estado, Consuelo Castro, y su equipo de confianza, según apuntan fuentes del Ministerio de Justicia.

Otro de los temas clave que se tratarán hoy será el supuesto error de la demanda en relación con las palabras pronunciadas por Llarena durante una conferencia en Oviedo, en la que negó la existencia de presos políticos. Llarena dijo: "No es el caso que estamos llevando ahora en el Tribunal Supremo. Se trata de comportamientos que aparecen recogidos en nuestro Código Penal y que, con independencia de cual haya podido ser la motivación que les haya llevado a las personas a cometerlos, si es que esto ha sido así, pues tienen que ser investigados". Mientras que la traducción de la demanda al francés recoge al final de ese párrafo la expresión "y sí es lo que se ha producido, hay que hacer una investigación", que elimina el condicional de las palabras del magistrado.

Ni el expresidente de la Generalitat ni Llarena acudirán a la vista, según fuentes jurídicas, aunque sí podría ir alguno de los exconsejeros: Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí. Según fuentes cercanas al caso, las primeras audiencias servirán para que las partes presenten escritos y entre vista y vista podrían pasar alrededor de dos meses, por lo que el caso podría alargarse en torno a un año.

Un operario retira varios lazos amarillos colocados a la entrada del Tribunal belga antes de la vista sobre Llarena

Un operario del Palacio de Justicia en donde este martes se ha celebrado la vista preliminar de la demanda presentada por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha retirado a primera hora varios lazos amarillos colocados en la entrada del edificio.

Tras recibir orden de sus superiores, el funcionario belga ha procedido a retirar pasadas las 08:00 horas la veintena de lazos amarillos, fabricados con bolsas de basura amarillas y colocados en las barandillas de entrada al juzgado de primera instancia en donde una hora más tarde se iba a celebrar la vista.

Al margen de los lazos, el único signo de apoyo con los políticos encausados por el 'proces' ha sido una pancarta desplegada por un grupo de cinco mujeres que, a la salida de la vista, exponía el lema: "Catalunya: Justicia=Libertat, Justice=Freedom".

Publicidad