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Querían convencer a los presos para que no reconozcan el daño causado

Interior pretende acabar con la última estructura organizada de ETA

La operación contra los abogados de ETA pretende acabar con lo que consideran la última estructura organizada de la banda en España. La investigación, que se inició en el despacho de la abogada de los etarras, Arantza Zulueta, vigilaba a los presos para que no se arrepintieran y pidieran perdón.

Rodeaban a los últimos excarcelados etarras, concentrados en el acto de Durango porque son, según Interior, los guardianes de que los presos etarras cumplan las directrices de la banda dentro de las prisiones.

Entre ellos estaba Aitziber Sagarminaga, la que reservó el local y una de las que impidió la intervención de los periodistas. El llamado "frente de cárceles" es el responsable de poner orden y disciplina entre los presos: enviarles mensajes de la dirección, supervisar sus beneficios penitenciarios y recoger sus propuestas.

Atrantza Zulueta es quizá la que mejor conoce esas conexiones. Acusada de ocultar documentación de ETA y detenida ya tres veces, la que fue abogada de Arnaldo Otegui defiende las posiciones más ortodoxas. No quiso que en el comunicado de presos se hablara de perdón, pero Interior le acusa de algo más grave: maniobrar para que la banda vuelva a atentar.

Su número dos es Jon Emparantza; detenido también en 2010, la justicia le acusó de cobrar el impuesto revolucionario y de una particular estrategia: sugerir a ETA que era mejor atentar contra altos cargos del PNV en vez de empresarios nacionalistas como Inaxio Uria, asesinado en 2008.

Las detenciones son, según interior, el golpe a la única estructura de ETA que estaba activa en España.

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