Reforma judicial

El futuro de la reforma judicial, en manos del Tribunal Constitucional

El pleno extraordinario del Tribunal Constitucional ya está en marcha. Los 11 magistrados que lo componen estudian si admiten a trámite el recurso de amparo presentado por el Partido Popular, pidiendo medidas cautelarísimas para frenar las dos enmiendas de la reforma legal.

Fachada del Tribunal Constitucional

Fachada del Tribunal Constitucional EFE

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Se espera un pleno largo y jurídicamente muy complejo donde estarán presentes la tensión, la división y la incertidumbre entre los dos bloques de magistrados, entre conservadores y progresistas. Once en total. Hace falta que coincidan en voto ocho de ellos para llegar al quorum.

Saber qué va a hacer el tribunal de garantías este lunes es ahora mismo una pregunta sin fácil respuesta.

En el orden del día está el debate y votación del recurso del PP pero sobre la mesa están también el resto de escritos presentados por PSOE y Unidas Podemos. Los morados piden la recusación de dos de los magistrados, entre ellos el presidente, González-Trevijano, y Antonio Narváez porque, alegan, tienen "conflicto de intereses", al tener el mandato caducado y ser sustituidos en cuanto quede aprobada la reforma. A ese escrito se ha sumado, este domingo, el PSOE, con dos escritos más, para frenar que el Alto Tribunal admita el recurso del PP. Y esta misma mañana, Unidas Podemos ha presentado otro escrito pidiendo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que paralice el pleno, por la "falta de imparcialidad" de los dos magistrados recusados.

Si el pleno estima el recurso del PP y se llevan a cabo las medidas cautelarísimas, las dos enmiendas de la reforma quedarían paralizadas en el Senado. Si por el contrario, no lo acepta, la reforma quedaría aprobada en el Senado este mismo jueves. También podría darse el caso de que se aplace la decisión, como pasó el jueves pasado, debido a la complejidad de la decisión a tomar y la cantidad de escritos presentados. Los magistrados progresistas pidieron tiempo y eso provocó que la proposición de ley, que elimina la sedición, rebaja las penas por malversación e incluye las dos enmiendas que reforman las reglas del juego de la elección de los jueces en el Constitucional y en el CGPJ, se votase y quedara aprobada en el Congreso de los Diputados, continuando con su trámite.

En manos del Alto Tribunal está, ahora mismo, el futuro de la reforma.

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