La pandemia de coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno dejó a casi 3 millones y medio de trabajadores en un ERTE. Hasta junio, sólo habían vuelto a trabajar 1 millón y medio de esos trabajadores, es decir, la mayoría, unos dos millones, no ha vuelto a sus puestos.
Para detectar fraudes, la Inspección de Trabajo ha iniciado una campaña. Está mandando 75.000 cartas a empresas a las que está investigando.
Eso sí, en España hay 1.866 inspectores y subinspectores de Trabajo. Así que tocan a 268 ERTEs por agente y se quejan de la sobrecarga de trabajo.
Un buzón de denuncias
El ministerio comunicó ayer el contenido de la campaña de lucha contra el fraude en los ERTE en la que se incluye un buzón en el que presentar de forma telemática denuncias sobre posibles fraudes. Otra de las medidas puestas en marcha es el envío a las empresas de comunicaciones relativas a las obligaciones vinculadas a los ERTE.
Las irregularidades que quiere buscar la Inspección de Trabajo son trabajadores que desarrollan su actividad normalmente pero que han sido incorporados a un ERTE. También se analizará que los empleados de una empresa con trabajadores en ERTE no realicen horas extra ya que está expresamente prohibido en la norma.
Fraude, irregularidades y abusos
En un comunicado, el director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Héctor Illueca, subrayó ayer que “el esfuerzo inversor que han supuesto los ERTE para proteger el tejido productivo y preservar el empleo debe ir acompañado de un esfuerzo colectivo para prevenir situaciones de fraude, irregularidades y abusos”.
Desde que comenzó el confinamiento, la Inspección de Trabajo ha realizado también 27.500 informes a instancias de la autoridad laboral para comprobar si el ERTE se ajustaba a la legalidad.