Desastre de Palomares

España solicita a Estados Unidos que se lleve las tierras contaminadas de Palomares

España ha reactivado el compromiso político que Madrid y Washington suscribieron en 2015 para su traslado al desierto de Nevada.

Manuel Fraga, ministro del gobierno, se baña en Palomares para demostrar que no suponía ningún riesgo (1966)

Manuel Fraga, ministro del gobierno, se baña en Palomares para demostrar que no suponía ningún riesgo (1966)Antena 3 Noticias

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El Gobierno de España ha solicitado a Estados Unidos que se lleve al desierto de Nevada las tierras contaminadas con plutonio por el accidente nuclear de Palomares, en Almería, ocurrido en 1966.

Según fuentes diplomáticas, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha presentado a Estados Unidos la petición oficial para que se proceda a la retirada de las tierras.

La petición se presentó hace unos meses ante la Secretaría de Estado, que la ha trasladado al Departamento de Energía de la Administración del demócrata Joe Biden. Aún no hay respuesta de Washington, aseguran las mismas fuentes, pero la acogida inicial "ha sido positiva", según indica el diario 'El País'.

El reloj corre en contra, ya que quedan solo unos meses para que acabe la legislatura, pero las fuentes consultadas se muestran optimistas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en plazo, ya que las relaciones bilaterales "están en su mejor momento de los últimos años".

Desastre de Palomares

El desastre de Palomares fue el mayor accidente nuclear de la Guerra Fría y ocurrió el 17 de enero de 1966, hace ahora 57 años. Ese día, un bombardero B-52 y un avión cisterna KC-135 del Ejército de Estados Unidos colisionaron durante una operación de repostaje en vuelo y dejaron caer cuatro bombas termonucleares. Dos fueron recuperadas intactas, pero otras dos dispersaron su carga de plutonio y contaminaron la zona, aunque sin llegar a detonar.

Se trata de 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas con medio kilo de plutonio y que hacen que el estigma radiactivo perdure en Cuevas de Almanzora, el municipio almeriense al que pertenece Palomares y Villaricos, más de medio siglo después.

Las tierras afectadas siguen repartidas por 44 parcelas que el Estado intenta expropiar ahora. En 2015, se llegó a un acuerdo político (sin ninguna vinculación jurídica) por el que España se encargaría de la limpieza y EE UU se quedaría con las tierras radiactivas. Pero ese memorándum nunca se llegó a desarrollar y la contaminación perdura en Palomares.

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