Tras la polémica de los últimos días, voces en el partido piden aparcar un debate que da alas al PSOE consideran que Moncloa suavizará la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo que prepara el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que ya está causando fuertes divisiones en las filas 'populares' a pesar de que el texto ni siquiera ha visto la luz.
Las recientes declaraciones de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría rehuyendo citar la supresión de la malformación del feto como supuesto para abortar apoyan la tesis de cargos del PP que están convencidos de que Presidencia del Gobierno no dará luz verde a una reforma excesivamente dura de esta norma.
Aunque el PP incluyó en su programa electoral la promesa de reformar la actual ley de plazos aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, las manifestaciones de Gallardón defendiendo eliminar la malformación fetal como supuesto para abortar han causado malestar en el 'ala moderada' del PP.
El diputado Rafael Hernando fue el primero en poner voz a ese sector del PP cuando aseguró, en una entrevista con Europa Press, que no tendría sentido que la reforma que planea el Gobierno hiciera retroceder la legislación española a los tiempos anteriores a 1985, que a su juicio funcionó "razonablemente bien" y es a la que se debería volver ahora.
También ha visualizado su rechazo a una línea dura en la reforma del aborto la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, que hace unos días llegó a abandonar el hemiciclo y no participar en una votación tras escuchar la intervención de su compañera de partido Beatriz Escudero en un debate sobre este tema, un comportamiento por el que ha sido sancionada.
Las fuentes consultadas críticas con Gallardón sostienen que las líneas que hasta ahora ha desvelado el ministro suponen un paso atrás en relación con los tres supuestos (eugenésico, violación y daño psicológico para la madre) contemplados en la Ley de 1985 y que "ni siquiera José María Aznar se atrevió a tocar" en los ocho años en los que estuvo gobernando.
Las opiniones encontradas que suscita la modificación de esta norma ha provocado que algunos dirigentes del partido defiendan con ahínco la necesidad de aparcar este debate por el cariz ideológico que ha tomado y que está, según las fuentes consultadas, dando alas al Partido Socialista.
"Gallardón no ha sabido medir los tiempos", asegura un veterano parlamentario, que reprocha al ministro que haya añadido un nuevo elemento de "desgaste" al Gobierno cuando ya tiene abiertos varios frentes con colectivos de la Justicia.
Sea como fuere, el Ministerio de Justicia lleva meses alargando los plazos de la presentación del texto que, deberá contar con el visto bueno de Moncloa, que por el momento no sitúa esta reforma entre sus prioridades. De hecho, ni siquiera fue mencionada por Mariano Rajoy en el Debate sobre el estado de la Nación celebrado en febrero, según recuerdan diputados del PP.
Y dado que Presidencia del Gobierno tiene la última palabra, cargos del PP consultados por Europa Press confían en que Mariano Rajoy y Sáenz de Santamaría "paren los pies" al ministro Gallardón, de forma que la reforma se limite a volver a los tres supuestos de la norma anterior y no vaya más allá.