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ANIVERSARIO

Diez años sin la mili

Se cumple una década desde que las Fuerzas Armadas son plenamente profesionales. Con la mili terminó un sistema de reclutamiento que sostuvo al Ejército desde 1770 y que fulminó el Gobierno de José María Aznar.

Diez años sin servicio militar obligatorio han favorecido la relación entre la sociedad y las Fuerzas Armadas, ahora plenamente profesionales. En ello insiste Defensa, que hoy conmemora con la cúpula militar la primera década sin mili.

El Gobierno de Aznar suspendió de la Constitución en 2001 el sistema de reclutamiento que había sostenido al Ejército durante más de 200 años. De las 1.500 pesetas a los 800 euros. Del rancho militar al menú. De los barracones con literas a las habitaciones espaciosas.

La seguridad nacional y los compromisos exteriores de paz pasaban a manos de profesionales. Lo han podidio valorar la OTAN y la Unión Europea. El fin de la mili supuso el paso automático a la reserva de los militares de reemplazo, que componían el 40 por ciento de un total de 75.000 soldados y marineros.

Actualmente son 83.000, suboficiales y oficiales aparte. Relevante fue la incorporación de las mujeres, más de 16.000, el 12% de la plantilla, y de los inmigrantes. Los atractivos de la nueva milicia: la subida de sueldo, la formación académica superior y la estabilidad laboral. También el cambio de mentalidad y de estilo en el ejercicio del mando. Sólo en el recuerdo quedan ya "las historias de la mili".

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