Son cuatro semanas de margen para las elecciones generales del 10N, lo suficiente como para a estas alturas el líder del PP, Pablo Casado, ponga su mirada y el foco en la economía. Dice que cuando el gobierno en funciones fuerza a la Abogacía del Estado a cambiar de opinión sobre el dinero que se va a transferir ahora a las comunidades: "Utiliza los impuestos de todos los españoles para hacer campaña electoral".
No solo de un lado le llegan reproches al presidente en funciones. Pablo Iglesias ha vuelto a pedir el voto para Unidas Podemos solo para evitar un pacto del PSOE con Ciudadanos y PP, "sería un desastre". Argumento al que Sánchez ha quitado importancia, ccontraatacando: "Un espantajo para ocultar lo evidente, que han impedido un gobierno progresista liderado por el PSOE".
Apela a la movilización, casi igual que Ciudadanos, en este caso con las encuestas en contra, Rivera dice que le importa "un bledo el cargo, el escaño, el ministerio". Lo cierto es que hay sondeos que ya ponen a Rivera por detrás de Abascal y eso saca una sonrisa a los dirigentes de Vox: "Estoy viendo a Ciudadanos últimamente desencajados", dice Macarena Olona.
Y hablando de énfasis, el que algunos ponen en el mitin ya es compartido. Atención a esta frase que se ha escuchado tanto en los actos de Unidas Podemos, "ni una puñetera vez", como en los de Rivera, "ni una puñetera reforma". Síntoma quizá de que los mensajes de esta precampaña ya solo se pueden decir más alto.
