España está a punto de ir a elecciones otra vez, serían las cuartas en cuatro años. El Rey no ha propuesto a ningún candidato a la investidura porque constata que no hay nadie que tenga los apoyos necesarios. Si nada cambia, el día 23 se disolverán las Cortes de forma automática, y habrá elecciones el 10 de noviembre.
Esta es la cronología desde que el PSOE ganara las elecciones con mayoría simple hace cinco meses, a ahora.
28 de abril: El PSOE gana las elecciones con amplia ventaja aunque queda lejos de la mayoría absoluta. Pedro Sánchez tiende la mano, desde su posición progresista, a toda las formaciones políticas dentro de la Constitución. Los simpatizantes socialistas le piden que no pacte con Ciudadanos.
1 de mayo: El líder de Podemos, Pablo Iglesias, habla por primera vez tras el 28A y subraya que es imprescindible un Gobierno de coalición PSOE-Podemos, para garantizar que sea progresista y estable.
3 de mayo: El PSOE hace el primer llamamiento a PP y Cs para que faciliten la gobernabilidad y no la obstruyan, del mismo modo que ellos presionaron al PSOE en 2016 para que permitiera con su abstención -como acabó haciendo, aunque tras la dimisión de Pedro Sánchez- la investidura de Mariano Rajoy.
7 de mayo: En su primer encuentro tras las elecciones, Sánchez e Iglesias se muestran dispuestos a alcanzar un pacto de la izquierda, aunque ya desde ese momento el líder socialista defiende gobernar solo y el de Podemos reclama coalición. En ese momento, no obstante, ambos son optimistas sobre la posibilidad de pactar.
17 de mayo: El PSOE y Unidas Podemos cierran un acuerdo que les da mayoría progresista en la Mesa del Congreso, en la que entran también PP y Cs. Iglesias lo ve como un buen "punto de partida" para la negociación de un Gobierno con el PSOE.
26 de mayo: El PSOE gana en la triple cita electoral y parte con una posición de fuerza para la negociación. Sánchez recomienda a Rivera y a Iglesias que reconsideren sus estrategias tras el 26M.
30 de mayo: El PSOE insiste en que no cabe un Gobierno de coalición y quiere un Ejecutivo de partido único abierto a independientes comprometidos con su proyecto.
31 de mayo: Iglesias advierte de que el apoyo de Podemos a la investidura pasa por la coalición.
6 de junio: El Rey propone a Pedro Sánchez como candidato a la investidura. El líder socialista acepta el encargo aunque no tiene los apoyos cerrados, pide a los demás partidos "altura de miras" y subraya que no hay alternativa a su elección.
11 de junio: Sánchez acuña el término "Gobierno de cooperación" para intentar convencer a Pablo Iglesias de una alianza que no pase por la coalición.
17 de junio: Sánchez e Iglesias se reúnen aunque no avanzan. En los días siguientes se van conociendo más detalles de aquel encuentro. Carmen Calvo asegura que Sánchez ofreció a Iglesias "algunos puestos de responsabilidad importante", pero "desde luego no son en el Consejo de Ministros".
27 de junio: El PSOE redobla la presión sobre Podemos y advierte de que no habrá segunda investidura en septiembre si la de julio resulta fallida.
9 de julio: Tras su quinta reunión desde las elecciones, Sánchez e Iglesias están más alejados que nunca. En Podemos acusan al presidente de no querer negociar y tratar de imponer su Gobierno de partido único.
15 de julio: Sánchez da por rotas las negociaciones y acusa a Podemos de convocar una consulta "trucada" a la militancia para justificar su rechazo a la investidura.
18 de julio: Las bases de Podemos avalan un Gobierno de coalición al que Sánchez se sigue negando. El presidente recalca que el principal escollo para un acuerdo es la presencia de Pablo Iglesias en el Ejecutivo.
19 de julio: Pablo Iglesias renuncia a entrar en el Gobierno para propiciar un acuerdo, e insiste en la coalición, ya sin su presencia.
23 de julio: Pedro Sánchez pierde la primera votación de investidura aunque Podemos, con su abstención, hace un gesto para buscar el acuerdo.
24 de julio: A un día de la votación decisiva, las negociaciones están prácticamente rotas ante la falta de acuerdo por el reparto de las carteras ministeriales y el "no" de la formación de Pablo Iglesias a la última oferta de los socialistas, de tres ministerios y una vicepresidencia.
25 de julio: Sánchez pierde la segunda votación y su investidura resulta fallida, tras unas negociaciones al límite entre PSOE y Podemos que no llegan a buen puerto.
20 de agosto: Podemos envía al PSOE una propuesta con cuatro opciones para participar en un gobierno de coalición, donde vuelven a pedir una vicepresidencia social y tres ministerios, entre ellos Trabajo y Transición Energética ya descartados por Sánchez.
3 de septiembre: Pedro Sánchez presenta su nueva propuesta programática y ofrece a Podemos "altas responsabilidades" en instituciones del Estado fuera del Consejo de Ministros y garantías de cumplimiento del acuerdo al que lleguen.
5 de septiembre: PSOE y Podemos se reúnen durante cuatro horas. Los socialistas constatan diferencias pero ven posible el acuerdo, pero Podemos sale "preocupado" por la posición "inamovible" del partido de Sánchez.
10 de septiembre: Segunda reunión de septiembre entre PSOE y Podemos. Los socialistas no ven salida porque Podemos se niega al acuerdo programático. Y viceversa: en el partido de Iglesias insisten en reclamar la coalición.
12 de septiembre: Pablo Iglesias sorprende con su propuesta de un gobierno de coalición a prueba hasta la aprobación de los presupuestos. Promete además apoyo parlamentario aunque dicho Ejecutivo no funcionase. El PSOE lo rechaza.
13 de septiembre: Iglesias asegura que en la ronda de consultas de la siguiente semana pedirá a Felipe VI que ejerza su papel de "mediación y arbitraje" y haga "entender" a Sánchez que un gobierno de coalición es "la vía para dar estabilidad".
17 de septiembre: El Rey no propone ningún candidato al constatar que nadie tiene apoyos suficientes y Pedro Sánchez anuncia que habrá elecciones el próximo 10 de noviembre.