El juez Baltasar Garzón considera que la condena de Estrasburgo a España a pagar 50.000 euros a los etarras que atentaron en la T-4 es "muy importante por lo que dice", ya que es la "primera vez se condena a España, directamente a la cúpula judicial y constitucional, al Tribunal Supremo".
En una entrevista en Espejo Público, Garzón ha explicado que fueron siete magistrados y tres de ellos "dijeron además que era tortura". "Por una apreciación técnica no tenemos sentencia por torturas", ha señalado.
Además ha cuestionado la forma en la que se compone el Tribunal Supremo, ya que considera que "no obedece a criterios objetivos ni a criterios de mérito". "Deberíamos tener la confianza de que, al margen de la ideología política de cualquiera de los jueces que están ahí, sean los mejores", ha apuntado.
Baltasar Garzón ha relatado los hechos que le inhabilitaron como juez hasta 2023 en la trama Gürtel. "Después de ordenar la prisión e iniciar la operación Gürtel, con todos los registros y demás, había indicios de que los líderes de esa organización podían estar continuando con la posible comisión de delitos de blanqueo. Ahí ordené la interceptación de las comunicaciones con los abogados, previniendo y protegiendo el derecho de defensa para que no hubiera incidencia pero se pudiera continuar la instrucción. El Tribunal Supremo dijo que eso no se podía hacer", ha explicado.
"A mi no me inhabilitó el país, me inhabilitaron los magistrados que me enjuiciaron que, desde mi punto de vista, tomaron una decisión errónea sin pruebas suficientes", considera el juez, que ha asegurado además que nunca ha pedido el indulto y no lo va a pedir.
Garzón ve "dentro de la normalidad" la confesión de Correa, la de Álvaro Pérez, Pablo Crespo y Ricardo Costa, en la que todos reconocen que hubo una financiación irregular en el PP valenciano. "Si alguien decide colaborar se le puede reducir la pena, lo importante es que sea cierto, por lo que hay que requerir la consistencia de lo que está declarando sobre hechos que se comprueban", ha señalado.
Sobre si Camps debería sentarse en el banquillo de los acusados, el juez considera que, "si los indicios apuntan ahí, algún juez deberá preguntarle al señor Camps qué hay de cierto en esto, y no como testigo". "Lo que no puede quedar en el aire es si hubo o no hubo", ha indicado.
Por último, sobre la cuestión catalana, Garzón ha aconsejado que lo primero que había que hacer "sería desjudiciarlizarlo", además de "acudir al estudio y cambio del modelo territorial de España" que, desde su punto de vista, "esta agotado". "Se ha criminalizado una acción que quizás no debería de haber sido", considera.
"Junqueras no debería haber entrado en prisión", ha señalado tras apuntar que "el presunto delito de rebelión y sedición, si lo hubo, ya se agotó".