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Corrupción

Así funcionaba la "organización criminal" de la familia Pujol según el juez instructor

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata describe en su auto de acusación contra la familia Pujol cómo funcionaba para recibir dinero a cambio de favores. También los papeles que jugaba cada miembro de la familia, dirigidos por Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha terminado la investigación general sobre la familia Pujol y quiere que se les juzgue por "formar una organización criminal" o asociación ilícita. Dice que se aprovecharon de su posición política para hacerse con un patrimonio desmedido a costa de recibir comisiones a cambio de conceder favores, contratos o adjudicaciones de obras o servicios públicos en Cataluña.

El magistrado cree que pueden ser acusados de un delito organización criminal o asociación ilícita, de blanqueo de capitales, de otros contra la Hacienda Pública y más de falsedad documental. En más de 500 folios describe cómo funcionaba la familia Pujol.

Reparto de tareas en la familia

De la Mata explica que el liderazgo de la organización estaba encarnado en Jordi Pujol Soley y Marta Ferrusola Llados quien, de hecho, se autodenominaba la “madre superiora de la congregación”. Debajo de estos y siguiendo sus instrucciones se encontraba Jordi Pujol Ferrusola (“el capellán de la parroquia”).

El auto indica que Jordi Pujol Ferrusola asumió la dirección de toda la estrategia y la recepción y distribución de las cantidades ilícitas entre sus padres y sus hermanos. El juez considera que este ha admitido que todas las operaciones que se llevaron a cabo en las cuentas de Andorra, todos los movimientos que se realizaron en las mismas y buena parte de los “negocios” en que invirtió durante años, estuvieron directamente relacionados con el patrimonio económico que gestionaba para sí y su familia. También tenía capacidad para dar instrucciones a los gestores bancarios sobre las cuentas particulares de cada uno de los miembros de la familia, apunta el juez.

El resto de los hermanos (Josep, Pere, Oleguer, Oriol, Marta y Mireia), sin perjuicio de su participación individual en determinados “negocios” u operaciones, seguían las instrucciones de Jordi Pujol Ferrusola abriendo sus propias posiciones bancarias en Andorra, gestionando los capitales que eran “distribuidos” por aquel y tomando decisiones a lo largo de los años para mantener oculto su patrimonio ilícito.

No obstante, el rol más preeminente de Jordi Pujol Ferrusola y su carácter de responsable principal de la recepción y distribución de dinero entre los miembros de la familia, en alguna ocasión fueron Josep Pujol Ferrusola, Oleguer Pujol Ferrusola o Pere Pujol Ferrusola los que realizaron las transferencias a sus hermanos.

Otras personas, por último, colaboraron estrechamente con la organización, con carácter transversal, permanente y sistémico, aportando sus estructuras mercantiles y fingiendo como intermediarios para asegurar la opacidad de los pagos y servir de parapeto a los auténticos beneficiarios de las operaciones.

Organización criminal

El instructor explica que en este caso se cumplen los requisitos doctrinales del delito de organización criminal con diversos niveles jerárquicos, una estructura planificada y permanencia en el tiempo, desde que se abrieron las primeras cuentas corrientes en Andorra en 1992 hasta que la familia cerró sus últimas fundaciones en 2014. Esta organización criminal, concluye el juez, tenía finalidad claramente ilícita: “obtener multimillonarias beneficios ilícitos mediante actividades falsarias y corruptas”. El magistrado detalla todas las operaciones orquestadas por la familia durante estos años y que les reportó cantidades multimillonarias sin razón alguna.

Blanqueo de capitales

En relación con el delito de blanqueo de capitales, De la Mata sostiene que “es claro que todos estos actos se realizaron con el único ánimo de ocultar o encubrir el origen ilícito del dinero y situarlo así en el circuito económico legal, al que hacían retornar de forma encubierta, ya que esa fue precisamente la finalidad que pretendían conseguir con el sistema que crearon, pues con anterioridad al mismo el dinero se hacía llegar a la familia directamente en “negro", en metálico, por lo que la ejecución de dichos actos fue intencionadamente realizada para buscar la ocultación de la ilicitud de los fondos”.

La resolución del juez advierte de las pautas comunes de actuación en la estrategia defensiva de los investigados en el sentido de negar todos ellos conocer detalles incluso sobre la propia coartada que aportan sobre el origen de los capitales que se repartieron entre todos, “de modo que la confabulación y la organización se extiende hasta el día de hoy”.