Temperaturas extremas

Los efectos del calor extremo: "Podemos estar más decaídos e irascibles"

La ola de calor se ha despedido con unas temperaturas muy elevadas, temperaturas que nos afectan tanto física como mentalmente.

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La ola de calor se despide dejando temperaturas extremas: las máximas de las últimas horas han rondado los 44ºC y se han registrado en las provincias de Murcia y de Málaga. Por la noche, las temperaturas mínimas han sido de alrededor de 29ºC. Este calor que estamos viviendo puede afectarnos tanto física como mentalmente.

Además de los mareos, los dolores de cabeza, los sangrados de nariz y el cansancio corporal, el calor extremo afecta mentalmente. "Siempre se dice que el verano nos afecta positivamente a las personas: más horas de luz, más tiempo al aire libre... y es cierto que esto mejora nuestro humor", explica Alejandro Galiani, psicólogo sevillano. "Pero estar expuestos durante mucho tiempo a temperaturas tan altas -sumado a que no se descansa bien ni por el día ni por la noche porque la temperatura es muy constante- hace que aparezcan los efectos del conocido estrés térmico", concluye.

¿Qué es el estrés térmico?

Galiani define este fenómeno como "la sensación de malestar que se produce porque nuestro organismo tiene que estar constantemente adaptándose a unas temperaturas extremas". Y afirma que las consecuencias pueden ser "que nos sintamos más decaídos, irascibles, irritables, inquietos... ". Y alerta de que todo lo anterior puede derivar en la aparición de ansiedad.

Además, el psicólogo alerta de que el no descansar correctamente por las noches hace que nuestro cerebro no pueda hacer el "reciclaje de toda la información que hemos tenido durante el día". Por lo que, "comenzamos cada día con un lastre".

Consejos para que el calor no nos afecte tanto

Alejandro Galiani recomienda asumir el contexto en el que se está viviendo y presentar una actitud positiva: "La clave es aceptar la situación que tenemos delante, cuidar nuestro diálogo interno, evitar pensamientos negativos que nos hagan más complejo el adaptarnos a las temperaturas".

No se debe evitar completamente hablar del calor, dice el experto, puesto que en ocasiones puede ser liberador compartir tus sensaciones con los demás, pero "No debemos enfocarnos constantemente en el calor", para poder disfrutar del día a día.

Además, el psicólogo invita a ocupar nuestro tiempo en "actividades que nos gusten y no estén limitadas por el calor", porque de esta manera podremos "disfrutar del presente", pese a las temperaturas extremas.

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