El calor "apretará" y varias regiones marcarán los 40 grados esta semana

Tras una tormenta siempre llega la calma, reza el refranero popular, y lo cierto es que, tras el episodio de inestabilidad que ha atravesado el norte y este de la península este fin de semana, la estabilidad va a ser la principal protagonista en los próximos días. Se espera un comienzo de semana algo más veraniego de lo habitual y las tormentas van a perder terreno en la península y Baleares.

Quien va a ganar protagonismo va a ser el calor, porque se espera que las temperaturas vayan en aumento conforme pasen los días. Habrá varias provincias que alcancen los 40 grados y es que se entra en una de las épocas del año donde el verano aprieta más los termómetros y los mercurios.

Según reflejan las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología, las temperaturas máximas se encontrarán por encima de los 36 grados en el centro y sur peninsular y de los 38 grados en zonas de Andalucía. Valores aparentemente comunes y típicos en esta época del año en estas regiones. Sin embargo, Córdoba, Granada y Jaén van a estar bajo alerta amarilla porque las temperaturas podrán rozar los 39 grados. La Comunidad de Madrid también va a estar en alerta por temperaturas altas, ya que los mercurios podrán rozar los 36 grados.

En cuanto al resto de regiones, las temperaturas presentarán pocos cambios, aunque las mínimas tenderán a aumentar. La Aemet ha informado que en el extremo norte peninsular, el paso de un frente podrá dejar cielos nubosos o cubiertos, con probables precipitaciones débiles en el área del Cantábrico y con tendencia a abrirse cada vez más claros por el noroeste. En la ibérica y en los Pirineos se esperan chubascos

A mitad de semana

El miércoles se espera que sea un día seco y estable en prácticamente toda España. Tan solo se esperan algunas precipitaciones en regiones del Sistema Ibérico y en el interior de Cataluña, aunque en ambos casos será por la tarde y fruto del desarrollo de algunas nubes de evolución que pueden acabar en tormentas débiles. El calor irá ganando terreno en la meseta norte, en el sur de Galicia y en el valle del Ebro, con máximas que oscilarán entre los 35 y los 38 grados.

Para el jueves también se esperan temperaturas con la misma tónica y se prevén lluvias débiles. Aunque se estima que sean en el Bajo Aragón y en la zona central de Cataluña.

Cambios a finales de semana

Toda esta situación podría cambiar a partir del viernes, cuando la llegada de aire fresco de procedencia atlántica podría producir un descenso térmico en todo el Cantábrico y en la meseta norte del país, así como en Extremadura y en el alto Ebro. Aunque se espera que el calor persista todavía en el litoral mediterráneo, así como en el valle del Guadalquivir. Las temperaturas se situarían entre los 35 y los 39 grados.

Ya de cara ya al fin de semana, la incertidumbre en torno a lo que pueda ocurrir es alta, pero todo apunta a que podrían llegar vaguadas de inestabilidad al noroeste peninsular, activando posibles avisos por fuertes tormentas en la mitad norte y nordeste del país. Con todo este panorama, todavía están por confirmar estos escenarios puesto que la previsión meteorológica a largo tiempo pierde probabilidad.

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