San Fernando de Henares

Los vecinos de San Fernando de Henares van a Bruselas a pedir soluciones y viviendas dignas

Los afectados por las obras de ampliación de línea 7B de Metro han pedido una audiencia a la Comisión de peticiones del Parlamento Europeo.

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El estado de las viviendas de San Fernando de Henares, en Madrid, lleva siendo un problema desde hace más de 15 años. Ahora, invitados por la eurodiputada socialista, Mónica Silvana, viajan a Bruselas para reclamar soluciones ambiciosas que estén a la altura de sus circunstancias. Afirman que no se les está escuchando y piden un plan integral.

Muchas de las viviendas han sido derruidas y otras viven en medio de las grietas tras las obras de la línea 7B del Metro de Madrid. Junto al grupo de vecinos también se ha desplazado el alcalde del municipio, Javier Copa, quien afirma ante el problema que "la administración competente es la Comunidad de Madrid, pero vamos a llamar a todas las puertas si la Comunidad de Madrid no nos escucha".

El presidente de la Asociación Presa, Rafael Alberti, afectados por la Línea 7B de Metro, Juan Antonio Fuentes, también se ha sumado al viaje a Bruselas. "Tenemos esperanza de que se nos escuche de una vez por todas".

Exigen indemnizaciones para los ciudadanos que están fuera de sus casas y que han derribado. "Estamos cansados de bandazos, medias verdades y medias soluciones", nos cuenta Ignacio, vecino afectado. Actualmente sigue viviendo en su casa, pero tiene varias grietas tanto fuera como dentro de su vivienda: "Esto no son condiciones, es muy preocupante".

Varios ciudadanos han tenido que ver cómo su casa se venía abajo y realojarse en apartamentos turísticos. Es la prácticamente la normalidad que viven muchos de ellos. Ahora, tienen la esperanza que se les escuche en Bruselas. "Queremos que el dolor que estamos sufriendoel dolor que estamos sufriendo se solucione", cuenta el presidente de la asociación desde el avión.

Después de tantos años les cuesta tener confianza en una solución, pero de lo que están seguros es que "esto es una negligencia y un despropósito". Dicen que las soluciones que tienen no están a la altura ni cerca de lo que se merecen. Ahora en Bruselas tienen la esperanza de que se les oiga más allá.

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