Barcelona

Los vecinos del barrio de la Sagrada Familia, hartos del turismo

El verano agrava la situación de turismo extremo que sufre el barrio de la Sagrada Familia

La Sagrada Familia de Barcelona

Publicidad

Cada día, miles y miles de turistas caminan por el barrio de la Sagrada Familia para visitar un monumento al que acudieron más de tres millones de personas durante el año 2022.

Algo positivo para la economía de la ciudad, pero que tiene también su parte negativa: los turistas ocupan buena parte de la acera, convirtiéndola en una carrera de obstáculos para vecinos que se disponen a realizar tareas cotidianas como comprar el pan o ir al gimnasio.

Una situación que se agrava con la llegada del verano y el aumento de turistasprocedentes de todas las partes del mundo y que, según indican los vecinos, no respetan la circulación de los mismos.

Actualmente, las filas de turistas conducidos por los guías paran en las aceras y la calzada para escuchar las explicaciones e invaden el carril bici con el consiguiente peligro. Si añadimos a todo ello las terrazas de los locales existentes, resulta muy dificultosa la circulación de personas.

Además, las quejas no solamente se dirigen hacia los turistas, sino también hacia los negocios que han inundando las calles que rodean al monumento. Tiendas tradicionales han cerrado y, en su lugar, aparecen tiendas de recuerdos.

Los residentes del barrio, ante ello, piden que se regule el turismo y que se acoten las zonas por las que circulan los autobuses con el objetivo de realizar las tareas del día a día y que los visitantes disfruten de la Sagrada Familia sean dos actividades compatibles.

Publicidad