Las tiendas de souvenirs, un sector ligado al turismo, que espera que su situación mejore

Comprar un recuerdo es uno de esos gestos casi obligatorio cuando hacemos un viaje. Este sector, que emplea unas 50.000 personas en España, también ha sufrido el impacto de la pandemia de coronavirus. Sus esperanzas para remontar esta situación depende directamente del aumento del flujo de turistas.

Los souvenirs se modernizan. Las sevillanas y los toros pasan a mejor vida para vender más camisetas, tazas y regalos que tengan que ver con el fútbol. Otro de los recuerdos más comunes es comprar un imán que luego decorará la nevera. Muchos admiten que los compran para ellos mismos y así recordar todos los lugares en los que han estado. Incluso, para enseñarlos a los invitados que pasan por casa.

'Souvenir', la propia palabra lo dice, el recuerdo de unas vacaciones, de un viaje, de una bonita experiencia que intentamos perpetuar a través de los más variopintos objetos. El fin es único: recordar para siempre los buenos momentos vividos.

Dificultades para el sector por el COVID-19

Los que se dedican a esta actividad reconocen que, aunque van mejorando poco a poco, siguen por debajo de las cifras de 2019. Además, muchos empleados siguen en ERTE. Ahora mismo, es el turista nacional el que permite que estos comercios remonten.

En la calle del Arenal, una de las más comerciales en Madrid, quedan 4 tiendas de souvenirs. Las que se mantienen, esperan recibir lo antes posible las ayudas públicas prometidas y, sobre todo, que se confirme la llegada masiva de turistas extranjeros.

Los comerciantes explican también que el alquiler de un local en plena calle comercial y en plena pandemia ronda los 4.500 euros. Son unos comercios que esperan con ansia el retorno de los viajes organizados y de turistas que, a cambio, se llevarán un buen recuerdo.

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