Fruta
Sube el precio de la fruta de temporada: el melón y la sandía cuestan el doble que hace un año
Este verano nos va a costar más comprar las frutas típicas de la temporada de verano. Ya que su precio ha aumentado un 12% en comparación con el año pasado.
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La fruta más veraniega ya ha empezado a hacerse hueco en las fruterías y en los supermercados. Sandía, melón, melocotón, cerezas... todas tienen algo en común, más allá de ser las estrellas del verano, su precio ha aumentado en comparación con el año pasado según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El melón y la sandía
Osvald Esteve, el responsable de la fruta de verano de COAG explica que además de las frutas de verano como los melocotones, paraguayos, nectarinas, albaricoques, está subida es aplicable a todas la variedad de frutas.
El precio del melón o de la sandia no están entre los que más se encarecen según su Índice de Precios en Origen y Destino de mayo. Pero la realidad, el que el melón duplica su precio y la sandía lo triplica cuando llegan al supermercado. El melón pasa de costar 0,89€ el kilo a 1,89€.
La sandía de 0,55€ el kilo a 1,68€. Una de las razones de esta subida de precio es la presión que reciben los agricultores por parte de las grandes superficies que ofrecen estos productos a los consumidores a un precio desproporcionado. A su vez, les piden a los agricultores que se lo vendan barato. Algo que no ven reflejado los clientes.
El tomate
Tan típico del verano son estas frutas como el gazpacho. El tomate con el que se elabora este plato tan característico de la gastronomía española, también ha subido. Mario Navarro de La Chulapa Experience, explica que en su caso, al tener un precio cerrado con una cadena de supermercados, no nota tanto esta subida.
Pero argumenta, que los agricultores que no tenga este precio cerrado, tienen que estar sufriendo grandes costes. Al igual que los están sufriendo las semillas, plantas y el abono. Algo que asegura, que se verá incrementado de manera frecuente, en los próximos años. Una de las razones, es la mano de obra. Cada vez es más cara y supone un coste cada vez mayor. Esto tiene graves consecuencias, porque la gente va a dejar de plantar tomate debido al coste de su cultivo. Lo que incrementará aún más su precio.
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