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reciben un rayo por cada mil horas de vuelo

Las compañías aéreas pierden 100.000 euros por cada minuto de retraso

Cada vez son más frecuentes los cambios bruscos en el tiempo que condicionan la programación de los vuelos y provocan grandes pérdidas económicas a las compañías. Sin embargo, los controladores aéreos están cada vez más cualificados y asesorados por especialistas de la Aemet.

La niebla es uno de los fenómenos que más afecta a la visibilidad, complicando la tarea de los controladores aéreos que la necesitan para dar las órdenes a los pilotos. Este efecto adverso provoca retrasos en los horarios de salida y llegada.

Cuando el avión despega, sus dimensiones cambian. Los pilotos controlan en la pantalla hasta 8 kilómetros de radio y 600 metros de altura, 300 por encima y 300 por debajo. Si durante el vuelo se produce una tormenta, estos parámetros se reducen obligando a tener una mayor prudencia en las maniobras y provocando, de nuevo, retrasos en los horarios.

Actualmente, las adversidades meteorológicas son una de las principales causas de pérdidas económicas en la aviación. Calculando estos perjuicios, descubrimos que en una mañana de temporal se pueden acumular hasta 10.000 minutos de retraso. Si cada minuto supone hasta 100.000 euros, las compañías estarían teniendo enormes pérdidas por cada demora aérea.

Otro efecto adverso es el conocido como 'cizalladura', que afecta especialmente al aeropuerto de Bilbao. Este fenómeno se caracteriza por vientos fuertes que cambian muy repentinamente la dirección o la intensidad del avión. "De repente, cae casi 30 metros hasta tocar suelo de esa manera, hace una maniobra frustrada y se va de vuelta al aire", nos señala Luis Vidarte, controlador aéreo, mientras nos muestra imágenes del aeropuerto de la capital vizcaína.

Se calcula que, de media, todos los aviones reciben un rayo por cada mil horas de vuelo. Están preparados para ello, sin embargo, estas descargas no afectan siempre de la misma manera. Si se incendia el motor, la prioridad del piloto es aterrizar el avión donde y como pueda.

Cada vez hay mayor tráfico aéreo y más condiciones meteorológicas adversas, pero también los controladores están mejor preparados y asesorados por especialistas de Aemet.

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