Del restaurante a la mesa de casa: crecen los encargos de asados de lechazo para Nochebuena y Navidad

A poco más de 24 horas para la cena de Nochebuena, en los restaurantes ya tienen todo preparado para hacer los pedidos de lechazo asado que muchas familias han encargado para disfrutarlo en casa. Es el caso de La Parrilla de San Lorenzo en Valladolid, el restaurante de Fernando, donde en una habitación ya tienen listas 150 cajas para llenarlas con uno de los platos típicos navideños.

Tienen ya la nevera "a tope" de lechazos con la etiqueta IGP y esperan que el día de Navidad "quede vacía", tal y como explica Eugenio, uno de los asadores del restaurante vallisoletano. Hasta 300 cuartos de lechazo para 600 personas cocinarán estos dos días. Cada cuarto suele ser para dos personas y dos cuartos para para cuatro o seis, dependiendo de si se trata del plato principal.

Desde la pandemia cada vez son más los interesados en hacer estos encargos y aquí, desde hace más de una semana, ya no tienen hueco para anotar más pedidos. "Vienen recogen y se van y en cinco minutos están en casa con el lechazo caliente para la comida", dice Fernando Lorenzo, gerente de La Parrilla de San Lorenzo.

Una vez cocinados, vemos cómo los colocan en bandejas para después meterlo en una caja donde va con su salsa envasada al vacío. En este paquete se pueden leer también las instrucciones sobre cómo darle el último toque antes de ponerlo en la mesa.

Trabajo en exclusiva para llevar

Este domingo y el lunes son los días más fuertes de trabajo, no abren al público, solo se dedican a empaquetar y esperar a que los comensales lleguen a por sus cenas y comidas de Navidad. Aunque hay quienes adelantan la recogida porque "se desplazan a otras provincias" y lo llevan "al vacío" a cualquier parte de España.

En cada recipiente va un cuarto de lechazo y las cajas están personalizadas con una identificación en la que aparece el nombre del cliente y si han elegido "parte delantera o trasera".

El perfil de quienes hacen estos encargos es de todo tipo. "A la hora de preparar todas las cocinas no están preparadas para recibir a tantos invitados", argumenta Lorenzo. Y ahora solo quedaría "el buen provecho y feliz Navidad".

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