Jubilación

Las 'redeiras' necesitan relevo: "La media es de 55 años porque tenemos una de 25"

Pendientes de que se apruebe en el Senado el coeficiente reductor que les permita jubilarse antes: "esto es un oficio, no un complemento". Se trata de un trabajo sin horarios que abastece a los barcos del Gran Sol, al 90% de Portugal y "a quien nos llame".

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La Federación Galega de Redeiras O Peirao cuenta con 150 mujeres. La edad media es de 55 años y es necesario un relevo generacional. Ya hay 47 que están pendientes de examinarse, manos necesarias en un trabajo que no conoce de horarios.

Llevan más de 20 años luchando por el coeficiente reductor, que ya se ha aprobado en el Parlamento, y que les permitiría jubilarse a los 60 años, o antes. Defienden un oficio que abastece de redes a varios países.

"No hay sueldo base: un mes trabajas, otro no… es duro". Son las primeras palabras que se le escapan a Rosa, una mujer que lleva 45 años entre redes: "Empecé porque lo tenía en casa, mis padres iban al mar y o empezabas de redera o a coser". Esta 'redeira' es una de las 150 mujeres que pertenecen a la Federación Galega de Redeiras O Peirao, que tiene una edad media de 55 años: “sin relevo no hacemos nada".

"La media es esa porque tenemos a una de 25", comenta entre risas Verónica Veres, presidenta de la federación. Por eso, ya hay "47 mujeres pendientes de examinarse, probablemente en marzo", aunque eso todavía no está confirmado, Veres, asegura que son manos necesarias para un empleo que "ni tiene horarios ni sabes cuándo vas a trabajar".

"Pedimos un coeficiente reductor del 15% por peligrosidad y ya ha sido aceptado en el Parlamento". Es la defensa de Verónica a más de 20 años de lucha, que está pendiente de ser aprobado por el Senado y que de seguir adelante permitiría la jubilación del 30% de la asociación. "Esto no es un complemento, es un oficio", dice Rosa, quien pide un "reconocimiento directo con el mar". "Es un trabajo que deja muchos problemas, muchas bajas… Ahora mismo, les saldría más barato jubilarlas", apunta la presidenta, quien solo tiene palabras de elogio para estas mujeres.

Redes que desde el puerto de Corme, base de la federación, viajan hasta donde "nos llamen". "Tenemos cuatro artes: cerco, palangre, artes menores y arrastre", apunta Rosa. Aunque este último, la confección la realizan, sobre todo, hombres, que "están igual que nosotros, sin relevo”, señala Verónica. Estas 'redeiras' abastecen a los barcos que viajan "al Gran Sol, al 90% de Portugal y a otros muchos países". A pesar de ello, continúan en la pelea de que se dignifique su trabajo, porque sin barco no hay pescado, pero sin red, no hay captura.

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