Huelga
La queja de los transportistas por la violencia de los piquetes: "Intimidar a conductores y familias es desagradable"
Los transportistas que siguen trabajando se quejan de amenazas y actos violentos por parte de los conductores que continúan en huelga: "Intimidar a conductores y familias es muy desagradable".
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Muchos transportistas que estos días intentan trabajar no pueden hacerlo porque los piquetes lo impiden. Desde el inicio de la huelga, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detenido a 61 personas e investigado a otras 445 personas por participar en incidentes por todo el país. Además, en estos diez días de manifestaciones han sido escoltados un total de 5.757 convoyes de camiones, según ha detallado el Ministerio del Interior.
61 detenidos y 445 personas investigadas
El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha puesto en marcha un gran control policial para asegurar los suministros. Sin embargo, algunas empresas denuncian que les están destrozando gran parte de su flota.
"Están amenazando ya a los transportistas por el convoy", cuenta un camionero. Salir a la carretera estos días no está siendo nada fácil y muchos transportistas han sufrido graves daños en sus vehículos: "En un cruce se pusieron tres tipos con pasamontañas en la cara y llegó uno de ellos y nos cortó los cables del aire", relata otro trabajador.
Tras un ataque por parte de los piquetes, los camiones de Pepe no pudieron moverse "durante seis días", aunque para él lo peor son las amenazas: "El tema de intimidar a conductores y familias a título personal es muy desagradable", explica.
El Gobierno condena el "boicot" violento
Hace varios días, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, denunciaba situaciones violentas en los actos de protesta de los transportistas: "No es una acción montada por el gremio de transportistas que estén ejerciendo su libre derecho a la huelga. Están boicoteando al resto de trabajadores, hay actos violentos que impiden a otros trabajadores ejercer su derecho al trabajo. Son actos montados de forma irresponsable, que generan inseguridad y que están ocasionando problemas de desabastecimientos de productos básicos".
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Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha advertido que los cuerpos policiales tendrían que haber actuado antes para evitar un daño "irreparable" en otros sectores: "Por la misma razón que defendemos el derecho al paro, también defendemos el derecho al trabajo y todo lo que significa violencia no lo vamos a apoyar. Condenamos todos los actos violentos".
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