Terrazas de alquiler

De las piscinas a los salones: los españoles rentabilizan sus casas

Una nueva tendencia une economía y disfrute: los propietarios convierten sus espacios en una fuente de ingresos, mientras los clientes encuentran lugares exclusivos para celebrar y desconectar sin salir de la ciudad.

De las piscinas a los salones: los españoles rentabilizan sus casas todo el año

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Tras el boom del alquiler de piscinas privadas en verano, la tendencia se ha extendido mucho más allá del calor. Ahora, las terrazas en otoño y los salones en invierno se convierten en los nuevos escenarios del ocio compartido. La iniciativa, impulsada por Cocopool, la primera plataforma española especializada en el alquiler de piscinas, ha dado el salto a un modelo de uso continuo que permite celebrar en cualquier época del año.

Con esta nueva propuesta, la empresa busca desestacionalizar el negocio y mantener la actividad activa durante todo el calendario. “Vimos que la demanda no era solo de verano. Hay personas que quieren un espacio privado donde reunirse, celebrar o simplemente pasar un rato distinto en cualquier momento del año”, explica su CEO, Gerard Xalabardé.

Una forma de ganar dinero extra

El sistema funciona con la misma lógica que otras plataformas de casas, el propietario registra su espacio, marca normas, horarios y precios, y la plataforma se encarga del resto.

Es el caso de Leticia, artista madrileña que alquila su galería de arte para comuniones, eventos o pequeñas celebraciones. “Era una forma de ayudar económicamente a mantener una actividad artística que no da tanto rendimiento”, explica. Para muchos, es una alternativa sencilla, rápida y segura de obtener ingresos aprovechando espacios que, de otro modo, quedarían vacíos.

Además, los anfitriones cuentan con contratos y seguros que protegen su propiedad ante posibles daños y les eximen de responsabilidad civil. La plataforma se lleva un pequeño porcentaje de cada reserva, lo que permite mantener el sistema activo y dar soporte tanto a inquilinos como propietarios.

Celebrar sin salir de la ciudad

“El público urbano busca lugares diferentes donde reunirse o celebrar, y muchos pisos no tienen espacio suficiente”, señala Xalabardé. En Madrid, la plataforma ya cuenta con 15 interiores y más de 60 terrazas y jardines distribuidos por toda la región, desde Lavapiés y Tetuán hasta municipios como Alcobendas o Galapagar.

El precio medio ronda los 30–34 euros por hora, aunque puede variar entre 15 y 300 euros, dependiendo del tamaño, el número de personas o los servicios: barbacoa, chimenea, cocina equipada, juegos, altavoces o parque infantil.

El perfil de los clientes es variado: familias, grupos de amigos, pequeñas empresas o incluso artistas que buscan un entorno íntimo y original donde reunirse. Lo que empezó siendo una alternativa al ocio tradicional se ha convertido en una nueva forma de socializar y de disfrutar del tiempo libre.

Economía compartida, ocio exclusivo

Más allá del dinero, muchos anfitriones disfrutan ofreciendo su hogar como un espacio especial. “Yo quiero que la gente venga y lo pase bien”, cuenta una propietaria. Una filosofía que resume el espíritu de esta nueva tendencia: convertir lo cotidiano en experiencia, y la casa en una oportunidad.

Lo que nació como una solución temporal para sacar partido a una piscina durante el verano se ha transformado en una revolución del ocio doméstico. Una muestra más de cómo los españoles reinventan la economía del hogar y encuentran nuevas formas de conectar, celebrar y disfrutar.

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