Empleo

Un palacete del siglo XIX acoge trabajadores de distintos sectores en Galicia

Un palacete que hasta ahora funcionaba como casa de turismo rural se ha transformado, como los tiempos, y ahora funciona como centro de 'coworking' y 'coliving'. O lo que es lo mismo, como centro de trabajo colaborativo y de convivencia entre profesionales de diferentes sectores.

Coworking en un palacete del siglo XIX

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El 'coworking' del palacete del siglo XIX se encuentra en el municipio de Crecente, en Pontevedra. La idea es de Benlly Hidalgo, propietario de la casa y profesor del posgrado en psicomarketing de la Universidad a distancia de Madrid. "Entendemos que la formación online está muy bien, pero buscamos ofrecer una formación presencial con el objetivo de compartir, con otras personas, aprendizaje, inquietudes y experiencias laborales y de ocio. Y todo ello en un entorno rural idílico", subraya.

"Contamos con un espacio que nos permite ofrecer formaciones prácticas, teletrabajar, mantener nuestras reuniones telemáticas y disfrutar del ocio después de la jornada laboral y formativa", explica Sergio Cazcarra, director de Growth Coliving Galicia.

Experiencias personales

Socializar es una palabra clave en este proyecto. Y también lo es en la vida de las personas que, gracias a las nuevas tecnologías y modelos empresariales, trabajan en remoto. "El teletrabajo tiene muchas ventajas, porque nos da flexibilidad y libertad: podemos trabajar cuando queremos desde cualquier lugar", señala David Del Valle. Pero apunta que "también tiene inconvenientes, como el aislamiento". Él se define como trabajador nómada. Tiene una empresa de comunicación y sus clientes están repartidos por distintos puntos del país.

Por eso decidió comprar una autocaravana y convertirla en su oficina móvil. Sin caravana, pero con la misma movilidad (viene desde Málaga), encontramos a Pía. Ella desarrolla aplicaciones móviles y es alumna de psicomarketing. Ha venido con su marido "para vivir un aprendizaje, más allá de lo que pueda aprender en las aulas y las clases".

Algo parecido expresa Estefani, una farmacéutica que quiere "conocer otras personas con distintas mentalidades para obtener mucho aprendizaje no solamente en lo que se refiere a la psicología del marketing, sino también un aprendizaje emocional". En definitiva, resume Sonia, que tiene una empresa de fitness en A Coruña, se trata de "sacar la parte más emocional, colaborativa; compartir experiencias y crecer como profesional y como persona".

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