Enfermería

La invasión cordobesa en el hospital de Burgos: más de 20 enfemeras se han incorporado para trabajar

Una veintena de enfermeras de Córdoba recién tituladas se han incorporado desde verano al Hospital de Burgos. Una oferta de trabajo y un primer contrato de siete meses han llevado a estas jóvenes a más de 600 kilómetros de su casa. Allí han sido arropadas y acogidas por sus nuevos compañeros.

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Nos reciben en el quirófano del Hospital Universitario de Burgos en el que suelen trabajar. Son Alba, Ana y Lorena. Tres de las veinte enfermeras de Córdoba que llevan unos meses en su primer destino laboral. Entre los pasillos la conversación que toca hoy es el tiempo; más cuando el otoño castellano empieza a azotar con la fuerza que les habían anunciado. El clima de Córdoba es junto a su familia lo que más echan de menos desde que en julio comenzaron a ejercer por primera vez.

Acabaron la carrera en junio y desde el sindicato de enfermería SATSE les confirmaron que encontrar un hueco en el mercado laboral iba a ser muy complicado en Andalucía para su primer verano como enfermeras. Lo explica Ana Bravo, de 22 años: "Teníamos que buscar trabajo donde fuese, y en Castilla y León nos ofrecían un contrato con bastantes posibilidades de continuidad". Pocos días después de presentar su candidatura llegó la oferta en firme, tal como recuerda Lorena Bueno, una de las enfermeras cordobesas: "Castilla y León era la comunidad autónoma que más tiempo nos ofrecía, que eran siete meses. Nos daba un poco de vértigo pero decidimos lanzarnos. Y aquí estamos. En Burgos. A conocer mundo".

Al ser un grupo numeroso el que ha venido desde Córdoba su exilio está siendo más llevadero. Explican que han hecho piña y les ha facilitado cosas como encontrar pisos para compartir. Y destacan el recibimiento que sus nuevos compañeros del hospital les han brindado. Conscientes de su situación y de las dificultades para ver a sus familias tratan de facilitar los turnos para que puedan viajar hasta su ciudad natal.

Según explican su incorporación está siendo muy satisfactoria para ambas partes. Las jóvenes están en primera línea aprendiendo la profesión en primera línea. Y desde el Hospital destacan el aire fresco que ha supuesto su llegada, que ha aliviado la carga de trabajo del resto de sanitarios. "Si conocen más amigas que quieran venir a trabajar, nosotras encargadas de recibirlas", explica Lourdes Díez, su supervisora de quirófano.

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