Hablan los trabajadores: "Soy autónomo y a mí nadie me lleva a casa el pan"

Mientras unos pegaban carteles, otros los quitaban con decisión de sus comercios. "Cada uno hace lo que quiere", decía indignada la dueña de un quioso al ser increpada por los piquetes informativos.

En Sevilla la tensión era palpable cuando algunos funcionarios entraban a trabajar e intercambiaban gestos con los piquetes. Aunque no ha sido la tónica del día, algunos tenían que entrar escoltados por policías.

En un bar de Valladolid han cambiado los clientes por las cámaras ante las que los trabajadores han mostrado su malestar. "Respetamos vuestro derecho a hacer huelga, nosotros queremos trabajar", explicaba una camarera.

Un taxista de Madrid nos contaba cómo ha sido trabajar en un día así. "Soy autónomo y a mi nadie me lleva a casa el pan", insistía. Por eso han sido muchos los que han aprovechado para hacer lo mismo de siempre pero con más calma que nunca. "Es un día normal como cualquier otro, ni huelga ni nada", considera una dependienta.  "No ha faltado nadie, todos se han presentado a su trabajo, con un horario normal", explicaba el encargado de una cafetería.