Lluvias torrenciales
Graves pérdidas en cultivos hortícolas a consecuencia de la DANA
Dos semanas después de la fuerte tromba de agua caída entre Toledo y Madrid, los agricultores de la comarca de La Sagra hacen balance. El 80% de la producción hortícola se ha perdido.
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Las consecuencias de la DANA han sido especialmente desastrosas para los cultivos hortícolas. En plena recogida de cebolla y tomate, la fuerte tromba de agua dejó inundados buena parte de los campos. En la comarca de La Sagra hubo municipios donde cayeron cerca de 250 litros, y después de dos semanas, la tierra todavía no ha podido filtrar tal cantidad de agua.
En Cabañas de la Sagra (Toledo), Fernando Blanco, agricultor, había comenzado a recoger algunas de sus cebollas. Pero las intensas precipitaciones inundaron más de cuatro hectáreas de cultivo, y toda esa producción, además de la que se encuentra en terrenos cercanos, se ha echado a perder. "Esta cebolla está podrida, hueca entera del agua", lamenta, porque además este año había buenas perspectivas. "Habíamos calculado una producción media de unos 90.000 kilos por hectárea".
"Esta cebolla está perdida, hueca. En la huerta los daños son muy cuantiosos"
El terreno inundado, con más de metro y medio de profundidad, parece una laguna. Se encuentra en lo más bajo de una ladera cercana a la carretera, pero Blanco afirma que nunca, por mucho que hubiera llovido, se había llegado a formar una balsa de agua semejante a la existente. "Ha llovido, se ha filtrado... Se puede perder un charquito, no pasa nada. Pero esta cantidad de agua va a tardar por lo menos tres o cuatro meses en filtrarse, porque aquí hay muchísimos litros".
"La cebolla, el tomate, el maíz... era el momento de recogerlo ahora. En todo lo que es huerta los daños son muy cuantiosos. Yo estimo, personalmente, unos cien mil euros de pérdidas". En general, ASAJA estima que el 80% de la producción de la zona puede estar dañada. Y las pérdidas económicas, solo en cultivos como cebolla y tomate, ascienden a más de 5 millones de euros. Pero además hay que tener en cuenta otros como el viñedo, el olivar o el maíz, que también han sufrido pérdidas considerables, aún por cuantificar.
En Méntrida (Toledo), la parcela de viñas de Alejandro y David Villamiel, padre e hijo viticultores, se inundó al desbordarse un arroyo cercano que desemboca en el río Alberche. "El arroyo ha venido desbordado, crecido. Desde su nacimiento, fuera de su cauce y arrasando todos los cultivos", explica Daniel.
"Hay que limpiarlo todo, regenerar y volver a empezar"
Era una plantación joven, de apenas dos años, donde no solo se ha perdido producción. También infraestructura y terreno, porque el agua destrozó las espalderas, ocasionó varios socavones, y cubrió la tierra fértil de arena procedente del arroyo. "Hay plantas que se han perdido, hemos perdido mucho suelo, y hay que desmontar espalderas y volver a montar... y estamos hablando de miles de euros. Hay que limpiarlo todo, regenerar y volver a empezar".
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ASAJA ha solicitado la declaración de zona catastrófica, para que se contemplen los daños sufridos en producciones agrícolas en los municipios de Toledo. A la espera de que esto ocurra, los agricultores afectados piden que los seguros agrarios se adapten a los episodios extremos, como sequías o lluvias torrenciales. Episodios que son cada vez más frecuentes.
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