Fruta y verdura imperfecta: fea, pero buena y barata

Como en la vida misma, los prejuicios también están presentes en la alimentación. "Estas piezas son más feas, deshidratadas, con una forma menos ovalada, que no pueden ser consideradas categoría primera", explica José Manuel Hernando, responsable comercial del Grupo Joaquín Rey. Desde su puesto en Mercamadrid, Noelia descarta kiwis, aguacates y chirimoyas para evitar el desperdicio de alimentos, ya que son productos perfectamente comestibles y "están igual de buenos que el resto de productos". Ya se cantaba en La Bella y la Bestia: "La belleza está en el interior".

Las dos 'B': bueno y barato

En otra nave de Mercamadrid, Camille Martínez, City Manager Madrid de Bene Bono, recibe estas frutas y verduras: "Ganamos todos porque es un beneficio hacia el medio ambiente, que ya está producido y se han gastado recursos". Supone una ventaja para los productores, que rentabilizan piezas ecológicas a las que no podrían dar salida en grandes superficies. "Es un producto que no se puede valorar en un supermercado, pero está perfecto para nosotros", señala Camille. También una ventaja para los consumidores, ya que se pueden ahorrar un 30% del precio habitual que encontramos en grandes superficies.

Asimismo, desde Bene Bono realizan un control de calidad para asegurarse de los productos están en buen estado. Aquí todo lo imperfecto es perfecto. Los clientes reciben estas cestas mixtas gracias a un servicio a domicilio o en uno de los puntos de recogida habilitados por la empresa. Un proyecto que, en 5 semanas de actividad, ha alcanzado casi el millar de pedidos.

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