Motor

España se aleja del diésel y fracasa en la transición hacia el coche eléctrico

Los españoles cada vez compramos menos coches y, sobre todo, menos diésel, que en unos años ha pasado de ser la opción mayoritaria de los compradores a convertirse en la elección minoritaria. Pero el gran problema lo tenemos en las ventas de coches eléctricos, que siguen muy alejadas a las de otros países de nuestro entorno.

Tesla Model 3

Tesla Model 3Tesla

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La imagen del coche nuevo que se vendía en España hasta hace unos años ha cambiado por completo. Lejos quedan aquellos tiempos en que el diésel era la opción mayoritaria. La cuota de los diésel ha caído hasta el 17,16% y previsiblemente seguirá descendiendo a lo largo de los próximos años. Cada vez son menos los españoles que apuestan por el diésel y la oferta de productos que aún conservan mecánicas diésel sigue menguando, en un mercado en el que los grandes lanzamientos ahora son híbridos o eléctricos.

Sin lugar a dudas es el momento de los coches híbridos. Uno de cada tres coches que se venden en España combina un motor de combustión interna con un motor eléctrico. La etiqueta ECO se ha convertido en uno de los mejores reclamos de una tecnología que debería marcar la transición hacia el coche eléctrico.

El coche eléctrico parece el futuro. Pero de los 813.396 turismos que se matricularon en 2022 solo 30.544 (3,76%) fueron coches eléctricos de baterías.

Motor híbrido
Motor híbrido | Toyota

Compramos menos diésel, pero muy pocos eléctricos

La estrategia de transición hacia el coche eléctrico en España está fracasando. Para cumplir los objetivos definidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que pasan por alcanzar los 5 millones de vehículos eléctricos en España, en 2022 se deberían haber superado las 120.000 ventas de turismos electrificados - sumando coches eléctricos de baterías e híbridos enchufables. Pero, a pesar de que las matriculaciones de este tipo de turismos crecieron un 17,1%, al cierre del año se habían vendido únicamente 78.329 turismos.

Los españoles no estamos comprando coches eléctricos. Y la comparativa con los países de nuestro entorno es una prueba más de que el plan de transición hacia el coche eléctrico no está funcionando. El 19,3% de las matriculaciones de coches nuevos en Europa son de turismos electrificados. Pero en España solo el 9,2% de las matriculaciones en el último trimestre de 2022 fueron de eléctricos de baterías e híbridos enchufables.

España está lejos de las cifras de los grandes mercados europeos, de Alemania (26,2% de cuota de electrificados), Reino Unido (20,7%) y Francia (20,6%), pero también de las cifras de nuestros vecinos ibéricos. En Portugal la cuota de vehículos electrificados es del 19,3%.

Interior del Fiat 500
Interior del Fiat 500 | Fiat

El mercado español sigue contrayéndose

Mientras tanto, el mercado del automóvil sigue sin recuperar las cifras anteriores a la pandemia. De 1.258.251 matriculaciones en 2019, hemos pasado a las 813.396 matriculaciones en 2022, cifras inferiores incluso a las de 2020 y 2021, que fueron dos años muy complicados para la industria del automóvil por las restricciones impuestas por la crisis sanitaria.

Tanto el desplome de las matriculaciones de coches nuevos, como la baja cuota de vehículos eléctricos, son un problema que ya no afecta únicamente a la red comercial, sino también a la producción de automóviles. España es una de las potencias europeas en la producción de vehículos. Pero para sostener la producción de vehículos y, sobre todo, vehículos eléctricos, es necesario que exista un mercado interno. Si España no compra coches eléctricos, tendrá dificultades para recibir la adjudicación de la producción de nuevos coches eléctricos en las fábricas españolas.

Fábrica de Stellantis en Figueruelas
Fábrica de Stellantis en Figueruelas | Opel

Problemas en los incentivos para el coche eléctrico

La industria del automóvil ya está planteando soluciones y, sobre todo, ofreciendo propuestas que deberían propiciar el crecimiento del mercado del coche eléctrico. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) proponía estos días una hoja de ruta para los próximos dos años en las que se proponen algunas soluciones que atañen a los programas para la descarbonización, la fiscalidad y las infraestructuras.

La adquisición de vehículos eléctricos e híbridos enchufables se incentiva mediante las ayudas del Plan MOVES III. Pero la descentralización de las ayudas, gestionadas por las autonomías, el retraso en la formalización de las ayudas, y que deban tributar IRPF, está mermando el incentivo de las subvenciones. La propuesta de la industria no es otra que procurar el abono inmediato de las ayudas al adquirir el vehículo eléctrico, la centralización de las ayudas y que estas no tributen IRPF.

La promoción del vehículo eléctrico también pasa por el sector profesional. Las deducciones del IVA y en el Impuesto de Sociedades para vehículos electrificados también podrían promover su incorporación a las empresas.

Coches Seat Ibiza
Coches Seat Ibiza | Seat

Una red de recarga de eléctricos insuficiente

Es evidente que una de las razones por las que los españoles no estamos comprando coches eléctricos es su precio. Y hacer más efectivos los incentivos, como el propio Plan MOVES III, debería contribuir a salvar este problema. Wayne Griffith, Presidente de ANFAC, también apuntaba que en los próximos dos años se espera que el mercado del coche eléctrico reciba más productos económicos, con precios que podrían equipararse a los de sus alternativas diésel y gasolina.

Pero otro de los grandes problemas del vehículo eléctrico reside en la falta de infraestructura. Adquirir un coche eléctrico o híbrido enchufable es inviable si no disponemos de un garaje. De ahí que para abordar la transición hacia el coche eléctrico sea necesaria una infraestructura de carga adecuada, con cargadores de cercanía, pero también con instalaciones de alta potencia para facilitar los viajes por carretera y permitir el uso del vehículo eléctrico en áreas rurales.

Para cumplir los objetivos europeos, España debería disponer de 45.000 puntos de recarga de acceso público en 2023 y 613.000 en 2035. Pero al cierre de 2022 tan solo existían 16.565 puntos de acceso público.

Todas estas medidas deberían contribuir, como mínimo, a revertir la tendencia y propiciar el crecimiento del mercado del coche eléctrico

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