Ahorro energético

Las empresas agudizan el ingenio para ahorrar energía: estas son sus estrategias

Ahorrar energía y reducir gastos o desaparecer. Las empresas españolas cambian de hábitos para capear la crisis energética y reducir las facturas de gas o electricidad.

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Ahorrar energía es un imperativo para las empresas. Las facturas de la luz o del gas se ha multiplicado hasta suponer un coste inasumible. Para evitar el cierre buscan otras maneras más económicas de trabajar. No solo se trata de utilizar fuentes de energía más eficientes, muchas compañías cambian, incluso, su modelo de negocio. Es una cuestión de supervivencia.

Salvatore Augelli es el chef del Restaurante Luigi en Barcelona, reconoce que ahora solo enciende ocho de los catorce fogones de su cocina. El objetivo es ahorrar gas, así que para calentar los platos utilizan las placas de inducción o el microondas porque prefieren consumir electricidad. Otro ejemplo más: en la medida de lo posible usan ollas más pequeñas que adquieren temperatura más rápidamente.

De 400 euros al mes a 900

En la tintorería de Miguel Armengol han pasado de pagar 400 euros al mes por la factura de la luz a 900. Las lavadoras, secadoras, planchas o máquinas quitamanchas han devorado los márgenes empresariales. Toca apretarse el cinturón, a pesar de las altas temperaturas ya no encienden el aire acondicionado, pero además cuentan con la ayuda de un gestor energético que les proporciona un cuadrante en el que aparece, día a día, las horas a las que la electricidad es más barata. Así que acumulan toda la ropa posible para poner lavadoras a primera hora de la mañana y ahorrar. Su situación es tan extrema que en la medida de lo posible han dejado de encender la secadora, por su alto coste, y ahora secan la ropa con ventiladores.

"Ser frugal, hay que consumir sólo lo que necesitas"

El caso de la empresa LC Papel es significativo. Sus costes energéticos son más de seis veces superiores a los del año pasado. Están inmersos en un plan de eficiencia energética que les permita reducir las facturas, pero para cuadrar las cuentas tienen que ir más allá . Así que también han modificado uno de sus productos estrella: el papel higiénico.

Han dejado de fabricar rollos de doble capa y los han sustituido por otros de capa sencilla aunque con más gramaje. es más económico y el resultado es similar. Joan Vila, su gerente, asegura que el reto, ahora, es conseguir que el usuario acepte los cambios y lanza un consejo para todos: "Ser frugal, hay que consumir sólo lo que necesitas".

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