Coronavirus

Eliminar la mascarilla en los centros de trabajo podría acarrear más riesgos que retirarla en autobuses o metro

La decisión última de retirar las mascarillas en el ámbito laboral dependerá de los equipos de prevención de riesgos de cada empresa. Los expertos sanitarios del Gobierno recomiendan mantenerla en centros de trabajo en caso de que no se pueda garantizar el metro y medio de separación entre compañeros. La comunidad científica experta en calidad del aire considera que un trabajador sin mascarilla puede acarrear más riesgos no usarla en una oficina que el autobús o el metro en caso de pasar largas jornadas en espacios poco ventilados.

Mascarilla en el lugar de trabajo

Mascarilla en el lugar de trabajoPixabay

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A partir del 20 de abril, la mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores salvo algunas excepciones. Desde que salgamos de casa, podremos no usarla en el ascensor, aunque nos encontremos con algún vecino, hasta que pisemos la calle, tampoco si entramos a bares o tiendas o incluso durante una sesión de cine o teatro.

Seguirá siendo imprescindible el uso del tapabocas en residencias, centros sanitarios y el transporte público. La norma que aprobará el Gobierno en consejo de ministros el próximo 19 de abril deja en mano de las empresas si librar a sus trabajadores de su uso.

La Ponencia de Alertas, dependiente de la Comisión de Salud Pública y que instó a esperar al final de la Semana Santa para retirar las mascarillas e incluir algunas excepciones, recomienda mantenerles también en algunos puestos de trabajo: siempre que la empresa no puede garantizar una separación de metro y medio de distancia entre compañeros o no esté asegurada una buena ventilación.

¿Puede la empresa obligarme a llevar la mascarilla?

La decisión de retirar o no la mascarilla dependerá del departamento de riesgos laborales de cada compañía. Deberá evaluar los posibles riesgos antes de tomar la decisión.

Algunos expertos consideran que es prematuro retirarla en los puestos de trabajo. Las largas jornadas laborales y el comportamiento de los aerosoles en estos espacios de una escasa ventilación no ayudan a prevenir los contagios.

La plataforma Aireamos, que reúne en España a la comunidad científica especializada en la calidad del aire, considera que los riesgos de eliminar la mascarilla en los centros de trabajo son mayores que montar en un autobús o vagón de metro sin ella.

Desde el estallido de la pandemia en 2020, la plataforma ha estudiado minuciosamente, por ejemplo, la medición de CO2 en colegios y transportes públicos de diferentes ciudades de España como Zaragoza, Valencia o Valladolid. Según su experiencia si la ventilación natural no está asegurada, es conveniente aportar de forma artificial una buena renovación del aire. En algunos centros de trabajo decenas de empleados pueden compartir el mismo aire de un interior poco ventilado y eso es un riesgo difícil de evitar, aunque se mantenga una distancia entre compañeros de 2 metros, detallan desde la plataforma.

Patricia Ripoll, cofundadora de la plataforma ha repetido en diversas entrevistas que "se ha perdido muchos recursos con soluciones como las mamparas que no evitan el contagio por aerosoles” cuando no protegen realmente de un aire con exceso de aerosoles.

Medidores de aire, una solución para evitar riesgos

Una buena forma para evaluar si nuestro centro de trabajo podría aplicar una retirada de las mascarillas sería la aplicación de medidores de CO2.

"Necesitamos ventilar para quitar el virus del aire, pero abrir las ventanas en invierno es difícil, así que medir el CO2 es uno de los trucos" aseguró Luis Jiménez, catedrático de Química y Ciencias Medioambientales en la Universidad de Colorado, durante una de las tantas conferencias que la plataforma ha realizado en los últimos años.

La implantación de medidores ha sido una de las reclamaciones que este grupo de científicos y expertos ha repetido durante estos dos años de pandemia. Señalan que conocer la calidad del aire debería ser una prioridad. No solo para retirar mascarillas sino para evitar al máximo la propagación de virus y bacterias de todo tipo.

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